martes, 27 de noviembre de 2018

CUANDO LOS NIÑOS PREGUNTAN QUIÉNES SON LOS REYES MAGOS


Se acercan las fechas Navideñas, llenas de alegrías porque el Niño Jesús va a nacer y la buena noticia será, otro año más, reconocida y diseminada entre todos los buenos corazones de los habitants del universo para alegrar nuestras vidas y regalarnos una nueva esperanza de que la reconciliación y el amor es posible entre los pueblos.

Y, además, se le añade un día especial para los más pequeños, mágico y desconcertante al mismo tiempo. Quizás a muchos padres como vosotros vuestros hijos empiezan a preguntarse cómo es posible que se repartan tantos regalos en una sola noche, cómo suben a las casas estos magos (¡por el ascensor es imposible!), quiero que se hagan una foto y les voy a dejar mi cámara para saber que han venido, yo he hecho una entrevista para que me respondan y firmen al final, ¿cómo pueden comer tantos polvorones?, les va a dar un empacho!, ¿cómo hacen ellos si van con unos camellos lentísimos?. En fin, estas disquisiciones e “iniciativas” son verídicas, de hecho las tuvimos que manejar en casa hace un par de años. Seguro que os habéis identificado con alguna de ellas. Aunque podáis solventarlas en un principio, cuando nuestros hijos preguntan es porque algo rumian (o les han hecho rumiar desde clase).

Si habéis decidido contarles la verdad, es bueno tener a mano alguna respuesta. Hace tiempo me pasaron dos cuentos (no sé su procedencia, tampoco aparecen su autor, desde aquí mis disculpas por no poderlo referenciar como procede) que comparto por si queréis transformer una noticia  que siempre es un shock para ellos en algo digerible con lo que puedan quedarse más tranquilos.



                                                    
                                                           RELATO DE LOS TRES REYES MAGOS

 

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, dijo:

  • ¿Papá?
  • Sí, hija, cuéntame….
  • Oye quiero…. Que me digas la verdad.
  • Claro hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido.
  • Es que….- titubeó Cristina.
  • Dime hija.
  • Papá ¿existen los Reyes Magos?

El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.

  • Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?

La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:

  • ¿Y tú qué crees, hija?
  • Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso….
  • - Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero….
  • - ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos- ¡Me habéis engañado!
  • No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina
  • Entonces no lo entiendo, papá.
  • Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar, porque ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.
     

Cristina se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió ser la verdadera historia de los RRMM.

Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una estrella se acercaron al portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño Jesús se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

  • ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
     
  • ¡Oh sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. Nos seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los tres, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría comentó:
     
  • Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón, y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería muy bonito.
     

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el portal:

  • “Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?

  • ¡Oh Señor! -dijeron los Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño, que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos.

  • No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.

  • ¿Sería genial! Pero ¿Cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración.

  • Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os  gustaría tener deben querer mucho a los niños? -preguntó Dios.

  • Sí. Claro, eso es fundamental -asintieron los tres Reyes.

  • Y ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?

  • Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres.

  • Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezaron a comprender lo que Dios estaba planteando, cuando la voz, de nuevo, se volvió a oír:

  • Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y alrededor del Belén recordarán que gracias a los tres Reyes todos son más felices.

Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:

  • Ahora sí que lo entiendo todo, papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.

Y corriendo se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía:

  • No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.

Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

viernes, 16 de noviembre de 2018

ESCUELAS "TECH-FREE"


Que nuestros hijos se manchen las manos. Experimentar para crear y aprender.

Resulta que algunos padres que abogábamos por clases sin dispositivos electrónicos de ningún tipo, que pensábamos que dedicar tiempo a la escritura (sobre todo en edades tempranas y, en cualquier caso, hasta los años de la pubertad) era fundamental, que entendíamos que tener todo el contenido lectivo de un curso en una tableta era pernicioso para los niños, que nos hacíamos eco de las corrientes de pensamiento y sociólogos de renombre proclives a la correcta reducción (casi hasta el mínimo) del uso de este tipo de dispositivos en las clases, no íbamos desencaminados.

A juzgar por la noticia publicada en The Times el 11 de noviembre 2018, lo último es enviar a nuestros vástagos a escuelas, digamos, tradicionales, libres de cualquier clase de dispositivo tecnológico. Ya habían aparecido anteriormente, ésta es la más reciente aunque similar a las de hace algunos años, por eso la traigo a este blog.

Pues va a ser que también los directivos y responsables de las empresas americanas más punteras del mundo en tecnología, big data, inteligencia artificial, robotics, comercio electrónico, internet en general, comulgan con las opiniones de unos cuantos “locos” sueltos (poco menos que tachados de retrógrados) comprometidos con la difusión de una teoría a contracorriente.

Nadie cuestiona la bondad e imperiosa necesidad de adquirir conocimientos en programación, digitalización de las tareas profesionales o lectivas. Nadie, tampoco, entiende que en las escuelas deba hacerse tierra quemada de una realidad que ya está imbricada en nuestras sociedades avanzadas. Ahora bien, pasar de una enseñanza -imprescindible, coherente y seria- en nuevas tecnologías, coding, uso de herramientas digitales a fondo, ciertos conocimientos matemáticos (incluso para los que son “de letras”) a colegios “sin deberes” (prep-free, que dirían nuestros amigos de UK), “sin libros” y “sin contenido” académico es un salto al vacío que nos va costar (bueno, a nuestros hijos) muy caro en el futuro próximo. Descafeinar los colegios proponiendo ideas innovadoras como que todos los estudiantes trabajen con una tableta como medio de estudio es perverso. Como lo es decir que memorizar, o hacer ejercicios de aritmética o redacciones de lengua no es importante. Y no lo digo yo, también lo dicen otros, por supuesto, más expertos que yo.

…. Y en esto, me temo, los mismos empleados y directivos de las empresas basadas en Palo Alto, también coinciden. Curioso. Al menos cuestionémonos.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

EL ARTE DE PARAR(SE)


“A base de observar uno aprende. A base de escuchar también. Tan solo se requiere estar atento. Atención a la atención. Y corazón abierto” (Alex Rovira)

Pero es que sabiendo frenar vivimos. Porque saber desacelerar es un “arte” que no todo el mundo adquiere. La RAE define arte como la capacidad o habilidad para hacer algo. Pues, de nuevo, no todo el mundo está capacitado para pararse. Vamos al baño con los móviles y hasta los usamos dentro, salimos de vacaciones y en lugar de descansar tenemos cada día prediseñado con anticipación de meses (y retornamos al lugar de trabajo aún más cansados). ¿Qué has hecho estas vacaciones? (cualquiera responde que nada, descansar, ¡anatema!. El fin de semana ha de estar completito, en familia, sí, pero completo para poder contar las obras y acciones realizadas en el café del lunes a primera hora en el trabajo. Y vaya si de tanto programa lectivo no hemos llegado a todo en nuestros días de descanso….. nos genera un estrés. El día de la operación salida de vacaciones es siempre un agobio y fuente de ansiedad para llegar a la hora , cuando el inicio de un tiempo vacacional debería originar justo lo contrario: los no horarios.

En nuestro entorno más cercano tenemos infinidad de muestras: si no eres de los que ejecutas planes, cenas, visitas a cines, cafeterías con amigas de la infancia, actividades deportivas (¡que no falten!), no eres molón, no entras en el alabado grupo de los grandes aparentes y divertidos que, por supuesto, se llevan de calle cual flautista de Hamelín al resto de followers irracionales que envidian hasta la insensatez de la vida irreal del prójimo. Seguimos sin entender que frenar provoca la profunda observación de lo circundante. Y cuando observamos vivimos. Pues si estamos en ese presente estamos viviendo. El estar componiendo plan tras plan no es vivir, sino un continuo pensar, que es estar en otra realidad distinta a la vida que existe en cada instante.

La capacidad para no programarse y dejarse vivir el momento que toque no es fácil, de ahí que se trate de una destreza que hay que educar y ejercitar. Por eso, cuando hablamos del arte de parar expresamos una connotación competencial. Implica una práctica perseverante, aunque solo por algún tiempo, pues llegado un momento tu propia esencia te conduce naturalmente a ese cese de actividad.

Parar es otra manera de hacer y lo triste es que en Occidente hemos de forzarnos conscientemente a ello. No acabamos de interiorizar que si nos detenemos escucharemos lo que amamos. Al parar se observan las cosas que ocurren, y lo que ocurre es la vida. La actividad incesante y apresurada en nuestro quehacer diario nos lleva a un torbellino de ocupaciones que no nos dejan sentir el presente. El “atareamiento” perpetuo no es realmente la vida que ocurre, sino la programada y, por tanto, un mundo virtual que nada tiene que ver con la vida real.

Y, por último, deberíamos desactivarnos en solitario. Parece que hoy en día todo ha de emprenderse en comunidad, que no está mal, pero exacerbado termina por no rendir. Somos seres sociales, sí, pero –de nuevo- podríamos utilizar este atributo “colectivo” para dedicar los momentos de reunión en que participemos a labores productivas de emociones, dedicar ratos de amor intenso al que tengo al lado, de escucha, de conversación sanadora, de ayuda….. de presencia incondicional con los demás en situaciones de angustia. Fuera de ésto, deberíamos ser más solitarios, ya que para saborear el presente no es necesario estar rodeado de nadie ni de nada. Basta estar conmigo mismo y lo que me rodea.

 

viernes, 3 de agosto de 2018

LA ATENCIÓN: EL COCIENTE INTELECTUAL DEL FUTURO



El exceso de información dificulta el conocimiento. Así de contundente lo explica Gregorio Luri en una elocuente entrevista. “La atención será el cociente intelectual del futuro”. ¿Por qué? Porque la información ya no tiene valor en la actualidad, está al alcance de prácticamente todo el mundo y en cantidades ingentes. Lo significativo será, por tanto, en un futuro, saber seleccionar, y enseñarlo a las generaciones venideras, y a nuestros hijos. Y, sigue Luri, para una correcta selección en la sociedad de la información la habilidad básica (y nueva) que necesitaremos es la de la concentración, la de la no distracción. Sólo así podremos escoger una selecta información (no podemos acoger todo lo que se escribe en internet y redes sociales), de fuentes apropiadas y fiables.

Este vídeo señala que, en la sociedad de la información actual (y mucho más en el futuro por venir) donde cada vez más número de datos engrosan cualquier materia que se nos ocurra, quienes no operen con una “capacidad atencional”, dice, bien desarrollada morirán exhaustos. Aunque “la información se transforma en conocimiento”, la desmedida información destruye a quienes no estén acostumbrados a concentrarse y poner atención ante el marasmo de reseñas, noticias, escritos, etc. que nos rodea.

Nos ocurre a todos, de hecho está siendo un problema en empresas y empleados. Los cursos sobre mindfulness se imparten cada vez con más frecuencia dentro de las organizaciones que han visto cómo la productividad de los trabajadores ha decaído considerablemente en los últimos años. La atención se ha convertido en un valor (capacidad) esencial, absolutamente indispensable en tiempos en los que los empleados deambulan y “saltan” de un mail a un whatsapp, trabajan, twittean, cuelgan una foto en Instagram o dan likes en otra, vuelven al trabajo, …. vamos que no se centran.

Nuestra mente es antojadiza y descentrada si la dejamos andar a sus anchas. El problema es que actualmente nos enfrentamos a un exceso informativo y de aplicaciones online. Los métodos para poderla atraer de nuevo a la tarea presente y terminarla sin mayor demora son, en cambio, muy muy antiguos. Se llama meditación (en los términos clásicos del yoga) o mindfulness (el mismo asunto en versión inglesa siempre se vende mejor, en fin).

Las reglas de la meditación más básicas son (parecen) sencillas y algunas de ellas tienen que ver con la concentración. Se trata de acostumbrar a nuestro cerebro a retornar a lo presente. Se estima que nuestro cerebro produce unos 50.000 pensamientos al día, y es que es el órgano que se encarga de “pensar”, cierto. Pero la capacidad de retornar al trabajo, por ejemplo, que tengo entre manos, al momento presente, se debe entrenar, y esto será crucial a partir de ahora. De lo contrario, nos vemos inmersos en un continuo y enloquecido pensar que nos lleva.

En definitiva, nuestro cerebro procesa un pensamiento detrás del otro (es su obligación), podemos irnos con esos pensamientos (sin enterarnos siquiera que estamos siendo pensados) o saber volver al “ahora”. Nuestra habilidad para volver a lo inmediato se puede adiestrar, con técnicas de meditación. Enseñemos a nuestros hijos desde pequeños a tener esa habilidad de regreso al presente, la capacidad de atención plena.

Otra derivada profesional (colateral) de este tema es, precisamente el derecho a que los empleados puedan desconectar de sus mails y móviles en vacaciones o después de terminar sus jornadas laborales. Pero esto se merece otro post.

viernes, 27 de julio de 2018

MÚSICA PARA ESCUCHAR CON LOS NIÑOS…. ¡¡¡SIN ABURRIRSE!!!



Nadie creo que dude de los beneficios de la música a cualquier edad. Estudios e investigaciones de todo tipo han concluido o demostrado que fomenta la concentración, disminuye el estrés, mejora la felicidad personal, abre vías nuevas, mejora de la calidad del sueño. Es un encuentro también con lo más íntimo si tenemos la suerte de experimentarla de una forma sensorial. Aún más, sirve como tratamiento de ciertos trastornos cerebrales.  

Os dejo piezas musicales que podéis escuchar con vuestros hijos y que les gustarán!! La música clásica no tiene por qué ser una barrera para los pequeños de la casa. No han de escuchar conciertos íntegros ni empezar con el Barbero de Sevilla, pero sí se les puede iniciar en el amor a la belleza de la música clásica educando su sentimiento.

No os desalentéis si al principio se resisten o si, a mitad de la pieza, se levantan y dicen que todo es un rollo. Es normal, no se puede plantar una semilla y esperar que sea árbol al día siguiente. La educación requiere tiempo y paciencia.


Aquí van algunas piezas recomendadas:


 Ojalá acertemos!

viernes, 20 de julio de 2018

NIÑOS DE MADRES TRABAJADORAS: ADULTOS FELICES



Para las madres trabajadoras que quizás en ocasiones nos hemos culpabilizado por no poder dedicar todo el tiempo que quisiéramos a nuestros hijos. ¡Hay esperanza!.... y un estudio de americano nos lo confirma.

Comparto este artículo de la Harvard Business School Gazette. Se ha publicado el texto completo de un estudio iniciado en 2015 sobre los efectos en los hijos de tener una madre que trabaja. Parece que las consecuencias, lejos de ser negativas, han dado como resultado que los hijos e hijas de madres trabajadoras incluso fomentan, según las conclusiones del estudio, la concepción de mayor igualdad de género (en el caso de los varones) y de una

Si bien EEUU se caracteriza por un deseo casi insano por hacer estudios, estadísticas y valoraciones de cualquier cosa que se les ponga por delante, sin valorar la existencia de un verdadero  interés social o científico, también es cierto que nos ofrece gran cantidad de material de gran valor para indagar sobre cualquier materia. Este es un ejemplo.

Parece que las hijas de madres que trabajan son más felices, sus ingresos medios son mayores, consiguen mejores puestos de trabajo y llegarán a categorías más altas que impliquen mayores labores de supervisión. Esto hará que el sentimiento de culpa disminuya en nosotras. La experiencia de una madre trabajadora que transmite a sus hijas está íntimamente relacionada con el desarrollo profesional de éstas. La impronta personal también es significativa: las hijas constatarán que trabajar es compatible con ser madre, no solo eso, que las madres son capaces de gestionar muchas más tareas que las que se quedan en casa y, además, hacerlo muy bien.

Afirma el artículo que los hijos son influenciados de manera distinta a las hijas cuando sus madres trabajan. Los primeros mantendrían una actitud de género más igualitaria, tanto en el lugar de trabajo como en las relaciones familiares y el hogar. Nada más leerlo me acordé de una anécdota que, asi bien no pasa de ser una simple muestra, es significativa y ahonda en la misma línea. Llevando a mis hijos y un amigo a un entrenamiento, escuché cómo el último hablaba distendidamente con el mío diciéndole que, en su casa, su madre era como la “chica” (en el sentido de cuidadora del hogar) que tenían en casa, que para eso estaba y no trabajaba. El hijo, según escuché, decía a su madre que tenía que hacer, comprarle o prepararle y ella, incuestionablemente, se lo hacía, compraba o preparaba. Entendía por tanto que aquéllo era una especie de derecho natural adquirido por el nacimiento y una obligación (absolutamente normal) derivada de la condición de madre no trabajadora. ¡Increíble! Mi indignación no salió de mi fuero interno, aunque ganas de intervenir no me faltaron. Pensé que este amiguito muy probablemente elegiría a una mujer "espejo" a su madre, por lo que el patrón de desigualdad se repetiría en su caso. El informe al que me refiero aquí me lo confirma hoy con datos.

Ya por último -y por si os sirve de ayuda-, tened en cuenta siempre que, mientras los niños están en el colegio o en la guardería, les da exactamente igual que sus madres se queden en cocinando una apetitosa tortilla de patatas o que estén frente a un ordenador en una oficina. Para ellos es neutral. Enfocadlo de esta manera y os sentiréis más liberadas.

martes, 10 de julio de 2018

Duchamp, Magritte, Dalí, Revolucionarios del S.XX….. ¡VISÍTALA CON TUS HIJOS!









Dónde: Palacio Gaviria (Madrid)
Cuándo: L/M/X/J/D: 10h-20h. V/S: 10h-21h
En el precio de la entrada está incluida la audioguía.


Obras Maestras del Museo de Israel (Jerusalén) visitan Madrid. Ahora que los niños están de vacaciones y se ha prorrogado la exposición, aprovechad y llevadlos. No os defraudará y a los pequeños tampoco: el surrealismo y dadaísmo conecta con la creatividad y sentimiento infantil. Es, por antonomasia, el caldo de cultivo en el que viven los niños. La hilaridad de los dadaístas, el uso de trucos para expresar el arte, el interés por el absurdo, el desenfreno de la imaginación sin cortapisas.... ¿os suena si tenéis hijos?
Obras de la exposición para detenerse (y entenderse) con niños (por supuesto, podéis elegir otras que queráis):


  • Reconstrucción de la Sala Mae West de Dalí. Os podéis fotografiar sentados en sus labios: ¡estáis dentro del cuadro!. Llevaos impreso el retrato de Mae West de Dalí como sala surrealista para contextualizar mejor a los más pequeños. Ella era una controvertida actriz muy famosa de la época. Dalí, de una foto de periódico, pintó el cuadro transformando el rostro en un apartamento. La recreación del arquitecto Óscar Tusquets física de este cuadro está instalada en el Mº Dalí (Figueras). Los labios de esta sala fueron también fabricados como sofá y son muy conocidos.
     
  • El rey jugando con la reina (Max Ernst). Fijaos en las formas redondeadas de las figuras. Se inspiró en las muñecas ceremoniales “kachina” (portadoras de vida) de las tribus indias de América (indios Hopi). Se danzaba alrededor del fuego y, al final de la danza, se entregaban estas muñecas a los niños de la tribu, además de flechas, ramas y frutos que los hombres “kachina” habían ido a recolectar antes de la ceremonia.
     
  • La rueda de bicicleta (Marcel Duchamp). Él pintó bigote y perilla a la Gioconda, era un transgresor, con la rueda nos encontramos ante una de los primeros “ready-made” de la historia del arte. Imprimid una fotografía de la “Fuente” (un urinario masculino que pasó a ser obra de arte) para que así conciban qué significó el “arte encontrado”. Otros ready-made en la exposición (también de Duchamp): el semi ready-made Why not sneeze Rose-Sélavy? (Sección Deseo Musa y Abuso: una jaula de pájaros, terrones de azúcar de mármol, es decir, pesadísima y evocadora de la frialdad, de ahí el termómetro midiendo la temperatura del mármol, …., ¿es por esto que Duchamp estornudará, o más bien su alter ego femenino Rose Sélavy, o como se ha llegado a interpretar “¿(e)Rros?” “c’est la vie”?). También deteneos en la “Bottle rack” (porta-botellas)…. su ajedrez….
Creo que tras la contemplación de estos objetos los niños tendrán una idea muy clara de lo que supuso este nuevo concepto de arte y artista tan rompedor e influyente en el arte contemporáneo.


Ready-made: Duchamp eleva a categoría de obra de arte cualquier pieza mundana. Así, es el artista quien dota al objeto la cualidad de artístico cuando lo descontextualiza del entorno al el que (originariamente) pertenece. Así, la rueda de la bicicleta e inserta en una banqueta, un urinario cambiado de posición será una fuente, lo cotidiano se transforma en una nueva expresión artística. Ahora bien, los objetos deben ser provocadores. La nueva obra casi siempre tendrá un sentido erótico (hierros en los que se escurrirán botellas vacías, una rueda que al dar vueltas se introduce en la banqueta….).
  • Fotografías de Duchamp como Rose Sélavy realizadas por Man Ray. Duchamp era un dadaísta y le gustaba jugar con su simbología. ¿Qué menos que crear un alter-ego tan propio este contepto, también después, del surrealismo?
     
  • Los dibujos automáticos de André Masson y Joan Miró. Los surrealistas llegaron al extremo de pintar automáticamente, sin trabas mentales, lo primero que surja al autor. Masson quería llegar al inconsciente más profundo e infantil para elaborar sus obras, jugar con los subterfugios de la mente. Conectar con la creatividad pura, por tanto, cualquier medio de expresión es válido, siempre que no intervenga la razón, la expresión artística debe nacer sin trabas, da igual la técnica o la destreza (simples trazos bastan cuando nacen del instinto inconsciente, como en el dibujo de Masson). Los test de Rorscharch del psicoanálisis tienen que ver, precisamente, con la primera interpretación sin filtro racional de la mancha, pero los artistas surrealistas lo que hacen es plasmar las ideas sin sentido en un papel, de forma descontrolada, creando un universo expresivo particular, incoherente.
     
  • Castillo de los Pirineos (Magritte): Sobre la ingravidez y la indagación de lo misterioso. La roca está contrapuesta a la gravedad, está tan loca y flotando felizmente en un cielo típicamente magrittiano, mientras el mar está rabioso.
Daos la vuelta y mirad qué apunte a mano hace Magritte en su boceto sobre el cuadro: “Peut être également vu et représenté dans le four”. ¿Qué puede significar? El autor nos invita a reflexionar (la pintura para Magritte es un medio no un fin).
  • Instalación de 1200 sacos de carbón (homenaje a Duchamp). Como colofón, un pasillo en el que nos obligan a mirar arriba. Los sacos estaban rellenos de papel de periódico, no se caen encima. Se idearon para moverse por la instalación, aunque aquí sólo recorreremos un tramo diminuto. Podéis fotografiaros sin límite. Un buen recuerdo para el final. 
Y a lo largo de toda la exposición, diseminados, espejos cóncavos, conexos, que harán las delicias de los más pequeños!! Tendréis que tirar de ellos para continuar con el recorrido!!




martes, 3 de julio de 2018

De conciertos y móviles




Asistí a un concierto de música clásica, en el día de San Juan, domingo este año 2018. Integrado en los ciclos de música de cámara que ofrece la Fundación del Canal de Isabel II. En esta ocasión piezas interpretadas por cuatro miembros de la ORCAM. Todas ellas cortas, de aire fresco, una bella interpretación del original Phantasy Quartet (op.2), de 1932, para oboe y cuerdas del gran Barón Britten…. Pero no iba a comentar la tarde de música, sino un significativo anecdotario.


Parece que parte del público que asiste a estos eventos no tiene mucho (por no decir poca) interés musical, lo que tiene su cierto sentido ya que las entradas para estos ciclos de la Fundación se venden por 2,50€, accediendo personas que a lo mejor quieren echar la tarde con un plan diferente y a salvo del calor tórrido matritense.

Una sigue escuchando aplaudir cuando no toca (esto ocurre hasta en los mejores salones, Auditorio Nacional incluido) entre los distintos movimientos, cuando no ha finalizado la obra.  Otras veo cómo alguna persona mayor da una cabezada, cobijada por la tenue luminosidad de la sala, lo que me provoca siempre honda indulgencia.

Pero lo de ayer fue grande. Entre el público, una pareja, ella parecía que iba de boda, incluidos zapatos de plataforma tremendamente incómodos que le impedían andar de forma natural. Él con pantalón suelto, camiseta negra y bolso-bandolera. De momento, el dress code desatinado, no se entendía. Las primeras dos piezas las escucharon sin inmutarse, hasta aquí correcto. Después del descanso ella agarró el móvil para no dejarlo de consultar hasta el fin del concierto. La pantalla brillaba indecente, algo molesto además cuando la sala está en penumbra. Nadie dijo nada (en UK –si ocurriera algo así- le hubiera ordenado apagar el móvil). La susodicha se dispuso a ver bolsos, ropa, zapatos y a dar likes en Instagram a cada foto que pasaba. El compañero le pasaba cariñoso el brazo por detrás, no sabemos si para intentar disparar el bochorno o en señal de arrullo provocado por la alegría que a veces nos llena cuando hacemos un plan diferente.  Luego dirán que les ha encantado y comentarán entre amigos admirados (y aún menos aficionados que ellos). Pero la sofisticación no la otorga el plan en sí mismo o el vestido de tul, sino la constante presencia a eventos de este tipo y una educación galante y soberbia por años.

Menos mal que entre tanta desolación, hay islas de esperanza: dos niños entre los asistentes que escucharon estoicos el concierto y sin mirar el móvil en ningún momento. El mundo al revés.

martes, 10 de abril de 2018

EDUCAR EN LA MUERTE A LOS HIJOS



En la vida de los niños, entre los 7 y 10 años, aparece de pronto la conciencia de la muerte. La suelen vivir transformada en miedo o más traumáticamente aflorando sentimientos de tristeza honda. En todo caso, no la entienden. La herencia del inconsciente colectivo occidental que les ha llegado no ayuda, cuando en otras partes del mundo, por el contrario, se vive como un estadio más (del concepto) de la vida.

En esos momentos de la infancia tan importantes debemos hablarles sobre ella. No ha de evitarse porque el problema se agrava, se vivirá como un tema tabú del que “si mis padres no hablan, mejor ni comentar”, pensarán los pequeños inconscientemente.

¡Hete aquí que tenemos a un pequeño llorando desconsolado, o confundido, porque la gente y él mismo se va a morir!. No huyamos evitándole el tema. Forma parte de su crecimiento y se merece nuestra cariñosa y sincera respuesta: tan cierta es la muerte como que forma parte del ciclo natural de la vida. Se nace para vivir y morir.

El problema estriba en nosotros, padres, adultos. La angustia que provoca el planteamiento de la mortalidad tiene su origen en el apego a expectativas puestas en una vida que ha de rebosar emociones placenteras. Así, los problemas son 3: las expectativas puestas en nuestras vidas (y que son fuente de frustración en la mayoría de los casos), en la creencia unánime (quién dice lo contrario hoy?) de que la felicidad es sumar placer tras placer, del tipo que sea, cuando –muy al contrario- el placer es efímero pues tan solo se produce cuando se experimenta, desapareciendo inmediatamente después. La felicidad, en cambio, perdura y no la aumenta o disminuye el mayor o menor rango de situaciones placenteras. Por último, el apego a la vida, cuando resulta que estamos de paso y por muy poco tiempo. Aquélla ha de vivirse como un tránsito y ciclo. Lo primero porque no seremos inmortales (aunque nuestra esperanza de vida ha aumentado considerablemente: leed el libro “La vida de 100 años”, muy interesante) y pasaremos a otro estado más tarde o temprano. Lo segundo porque si no hay muerte es porque no ha existido vida, y ésta es un regalo bello a disfrutar íntegramente.

Sin embargo nos aferramos a ella, y el apego genera indefectiblemente su contrario: la aversión. Aborrecemos la muerte, la tememos, y lo transmitimos a nuestros hijos. El principal motivo: porque no vivimos, porque estamos desconectados permanentemente del acontecer, permanecemos en el pasado o en el futuro, jamás conectados al presente. Y con una vida no vivida no es de extrañar que se quiera inmortalizar para ……¡vivirla!. Paradójico, si lo pensáis.

Inculquemos a nuestros niños una manera de discernir sobre la muerte diferente. Para que saboreen el espectacular regalo que es vivir conscientemente, sabiendo que la felicidad está dentro de nosotros, a cada minuto, sabiendo que todo lo que empieza termina, que los contrarios en el universo son los que han posibilitado la existencia y nosotros somos parte de él. Y que tras ese “fin” habrá un nuevo comienzo, unos lo llaman energía, otros encarnación, otros ley de vida, o resurrección en el Señor, que no dejan de ser laderas que escalar para llegar a la misma cumbre.

viernes, 2 de marzo de 2018

QUÉ HAY DE NUEVO HASTA PRIMAVERA 2018 EN MADRID: EXPOSICIONES INTERESANTES



1.-Jennifer  Steinkamp. “Naturaleza Digital”. Espacio Fundación Telefónica. c/Fuencarral 3. Del 23 febrero al 22 abril. Entrada libre. Una exposición de vídeo-instalaciones para indagar sobre las percepciones ante la obra gráfica y un espacio que, con ellas, queda transformado para el descubrimiento individual del espectador. Los niños disfrutarán perdiéndose en él.

2.- CHIHARU SHIOTA. “Remind of…”. Con sus característicos entramados de redes e hilos encuadernando cepillos sin mangos y otras intervenciones. En la Galería Nieves Fernández. c/ Blanca de Navarra, 12. Hasta el 17 de abril. Entrada libre. Horario de Martes es a Viernes de 11.00 a 19.30 h
Sábados de 11.00 a 14.00 h o previa cita. Dejad que los propietarios de la galería os cuenten el espacio que Shiota ha transformado. A los niños les puede gustar también mucho.

3.- Derain, Balthus, Giacometti. Una amistad entre artistas. Fundación Mapfre. Pº Recoletos 23. Madrid. Del 1 febrero al 6 mayo 2018. De 10:00hs a 20:00 hs. Entrada: 3€ (aunque hay descuentos a familias numerosas, jubilados, titulares de pólizas Mapfre, etc.).

Como señala su propia web, se trata de una exposición que explora la amistad de tres grandes artistas del siglo XX: André Derain (1880-1954), Balthus (Balthasar Klossowski) (1908-2001) y Alberto Giacometti (1901-1966). Sus miradas, nunca antes confrontadas, coinciden en la misma exigencia de lo que debe ser la obra de arte. Mucho más allá de la admiración mutua y el sincero afecto que les unieron durante toda su vida, la profunda comunidad estética que existe entre ellos es el hilo conductor de la exposición.

4.- Sorolla y la moda. Museo Thyssen-Bornemisza. Del 13 febrero- 27 mayo 2018. Horario: lunes cerrado. M a D: de 10 a 19hs. Sábado: de 10 a 21 hs. Exposición que analiza la influencia de la moda en la obra de Joaquín Sorolla. (También se puede ver en la sede del Museo Sorolla, Madrid).

5.- Warhol, el arte mecánico. ¿Dónde? Fundación La Caixa, Pº del Prado 36 (Madrid) . Del 1 febrero al 6 mayo 2018. L: 14:00 a 20:00 h. Martes a sábado de 10:00 a 20:00 h. Domingos/festivos de 11:00 a 19:00 h. Entrada general: 4€ (gratuita para los poseedores de una cuenta corriente en La Caixa).

“Una exposición sobre el desarrollo creativo de este archiconocido artista, desde sus inicios como diseñador gráfico en Nueva York hasta su muerte, convertido ya en un mito universal del arte pop. Más de 300 obras provenientes de distintas colecciones públicas y privadas que retratan la evolución técnica y conceptual del arte underground neoyorkino surgido a mediados del s. XX”.

6.- Pessoa, todo arte es una forma de literatura. En el Museo Nacional Centro de Arte reina Sofía (edificio Sabatini, 1º planta). Del 7 de febrero al 7 mayo 2018. L (10:00 - 21:00 h) Martes: Cerrado. M a S (10:00-21:00 h). D  y festivos (10hs a 19hs).

Esta exposición recurre a esos ismos para articular un relato visual de esta escena lusa, reuniendo para ello una selección de obras de José de Almada Negreiros, Amadeo de Souza-Cardoso, Eduardo Viana, Sarah Affonso o Júlio, entre otros, relacionadas con las principales corrientes estéticas portuguesas desde comienzos del siglo XX hasta 1935. Distintos escritos de Pessoa dan cuenta del lugar particular de estos ismos de su cosecha, así como de su carácter distintivo dentro del contexto europeo con alusiones explícitas, por ejemplo, a las diferencias entre el Futurismo y el Interseccionismo. Por otro lado, varias de estas obras reflejan un gusto por lo popular y la idiosincrasia lusa que aparece tanto en el trabajo de los artistas portugueses que viajaron a París, como en el de los extranjeros que decidieron pasar una temporada en tierras portuguesas, caso de Sonia y Robert Delaunay.

6.- El principio Asia. China, Japón y el arte contemporáneo en España (1957 – 2017). C/ Castelló 77 (Madrid). Del 8 marzo al 24 junio 2018. Entrada libre. Horario: L a S y festivos: 11:00–20:00 hs. Domingos: 10:00–14:00 hs.

La exposición, como dice la web, presenta a más de sesenta artistas que han desarrollado su trayectoria artística en España y cuya obra está vinculada, en mayor o menor medida, con Asia Oriental e India.