martes, 26 de diciembre de 2017

MANOLO BLAHNIK. EL ARTE DEL ZAPATO



¡Si tenéis niñas y os gustan las exposiciones estáis de suerte!
El Museo de Artes Decorativas (c/Montalbán, 12), en colaboración con Vogue nos deja admirar de primera mano los deliciosos zapatos de este innombrable artista, de su colección privada. Entrada gratuita. Visitad la web (los horarios del museo son una locura).
Zapatos fastuosos, elegantes, de una calidad extrema, que reflejan la necesidad de perfección casi compulsiva de este diseñador. Porque aún no ha logrado el zapato perfecto. Sigue investigando para crear nuevas obras de arte, porque es cierto que se han convertido verdaderamente en esto: en pequeñas referencias artísticas. Su uso de materiales nobles, pieles de todo tipo, telas raras y de lo más variopintos, y su innegable elegancia le han hecho ganador de  títulos como el de Honoris Causa de la Univ. De la Laguna, o el de Commander of the British Empire.

“La exposición explora el zapato más allá de la moda, entendido como un objeto con personalidad propia que transciende la mera funcionalidad para acercarse, en muchas ocasiones, al arte”. (Folleto de la exposición).

Es una delicia contemplar sus bocetos en pintura (firmados por él), pues siempre los ejecuta él mismo en madrera y piel, el prototipo lo confecciona él mismo, para luego enviarlo a su fabricación a la fábrica en Parabiago. Un escultor de sus propias creaciones. Podemos disfrutar de un vídeo con sus principales ideas y, sin duda, deleitarnos con las muestras que el Museo nos aporta. Confecciona muy pocos pares al día, totalmente artesanales, así que las listas de espera por unos “Manolos” son insufribles. Tenemos una sección dedicada a su colección de zapatos que vistieron los pies de las actrices de la película de María Antonieta, de Sofía Coppola (2006).

Amistades como Paloma Picasso o la ayuda (tan admirada siempre por él) de Diana Vreeland (editora de Vogue en EEUU) en unos primeros momentos más duros, con un innegable talento y creatividad hicieron que un estudiante que abandonó la carrera de Derecho y comenzó como fotógrafo se convirtiera en un diseñador de referencia mundial. En algunas fotografías de famosos fotógrafos como Man Ray, Patrick Demarchelier, Craig McDean o Helmut Newton veremos a modelos de la talla de Cindy Crawford, Linda Evangelista dando vida a sus creaciones.

Zapatos desde sus inicios hasta la actualidad, unos doscientos, con algunos modelos muy vivos que siguen en nuestra memoria (contemplaremos las botas altas de la colección Rihanna X Manolo, por ejemplo). Hay referencias en sus zapatos a su España natal (recordemos el origen canario de Manuel Blahnik Rodríguez) pues, dicen, le inspiraron nuestros más grandes autores como Galdós, Unanumo y Ortega o pintores de la talla de Goya y, cómo no, Picasso). Está su zapato “Lola”, en homenaje a Lola Flores. Vive en Bath, disfruta de una agradable salud…..  ¡que nos dure por muchos años!

jueves, 14 de diciembre de 2017

EL ESPÍRITU DE LA PINTURA. CAI GUO-QIANG


Pintar es una expresión de la mente y el corazón (Cai Guo-Qiang)

Museo del Prado (Edificio Jerónimos). Hasta el 4 de marzo 2018.. Entrada general (15€). Reducida (7,5€). Lunes a sábados: 10hs-20hs. Domingos/Festivos: 10hs-19hs.

Cai Guo Quiang nació en China, pero también vivió unos cuantos años en Japón. Lo interesante es que él no es pintor, estudió escenografía y, de hecho, hizo sus pinitos en algunas películas. Ahora vive y trabaja en Nueva York. Él dice que siempre recuerda cómo su padre le subía a sus rodillas y le enseñaba, mientras se liaba un cigarrillo, los dibujos que hacía en las cajas de cerillas que recolectaba, mientras le aseguraba que los paisajes allí incrustados eran su pueblo natal. Sí, en unas diminutas cajas estaba representado el puerto, y el bosque, y la pequeña ciudad y todos los recuerdos que su padre mantenía en su mente. De ahí que Quiang sienta que un lienzo puede contener infinitos paisajes, expresiones y caminos, aunque a simple vista el trazo parezca simple o el cuadro con poco contendido.

Algunos ejemplos: nueve coches en distintas fases de su explosión Innoportune: Stage 1 (complicada su instalación en la rotonda del Guggenheim de Nueva York, 2008, en la exposición I want to believe). Para los expertos, sus indagaciones artísticas tienen mucho que ver con transformaciones artísticas. En este ejemplo, Quiang no pretende transformar el espacio de la rotonda, es algo más: el espectáculo no termina siquiera cuando las luces están en todo su apogeo porque la intención es trasladar al espectador al mismo espacio, a sus explosiones más iniciales, lo que reinterpretará más tarde con los atentados del 11-S. O su  Innoportune: Stage 2 (nueve tigres acribillados por lanzas en una disposición asimétrica que simbolizan una leyenda china que cuenta cómo un tigre que devoraba hombres tenía atemorizado a todo un pueblo, hasta que un bandido-héroe logra matarle por fin y terminar con la maldición). O su Falling Back to Earth, una exposición abierta en 2013 en la Gallería de Arte Moderno (Brisbane, Australia).

Sus exhibiciones son una lectura de representaciones de gran formato que se transforman en verdaderos shows para los visitantes.

En Japón exploró las propiedades de la pólvora en sus dibujos, consiguiendo obras únicas. La pólvora es excitante y tiene su propio carácter. Puede gustarle o no lo que haces con ella, según cuenta Quiang.  Dicen de él que es un visionario, un artista global, explosivo, que logra unir lo que él llama el mundo de lo visible y el de lo invisible. Con ello consigue obras únicas e irrepetibles.

Ésta metodología le ha hecho famoso. Verle en su estudio no tiene precio, serio y concentrado, meditativo, con una decena de ayudantes que le van completando las labores más tediosas en tanto que Qiang se dedica al proceso creativo. Es como si de una metáfora se tratara, de un material para matar, para engendrar arte y una obra hermosa y libre. La exposición en Madrid acoge obras en lienzo, un vídeo sobre el making off de la exposición y bocetos originales de algunos de las obras. Ha trabajado muchos meses en el Salón de reinos del Prado para concebir y realizar esta exposición. Ha evocado a los espíritus de pintores que duermen en el museo, en largos paseos en el crepúsculo por las salas y edificios del Prado, queriendo verter el “chi” (“energía” según la creencia oriental, donde no hay creación ni destrucción porque siempre ha existido esa energía).

En las salas parece que todo lo mostrado es espontáneo, pero en realidad lo único imprevisible de la exposición es la acción inmediata de la pólvora y su capacidad de transformar.

 


viernes, 1 de diciembre de 2017

MARTE, LA CONQUISTA DE UN SUEÑO



Espacio Fundación Telefónica. c/ Fuencarral, 3. M a D: 10:00hs. a 20:00hs. Gratuita.

La exposición abierta hasta el 4 de marzo de 2018 nos abre un espacio para la sorpresa. Es interesante, quizás no tanto por su valor artístico, pero sí desde un punto de vista cultural. Marte está, desde hace tiempo, en el punto de mira de investigadores multidisciplinares.

Para abrir boca, escucharemos a Carl Sagan. Su imagen parece sacada de una de las Conferencias de Navidad ante niños absortos de todas las edades en las que intervino: en 1977, de hecho, dijo que Marte era sin duda “a reasonable place to think about what’s the ground like, what’s the athmosphere like, could there be life?, is it as old as Earth?” (porque -a su juicio- los supuestos canales de los que se aseguraba su existencia no eran tales, o que no era tampoco cierto que los puntos verdes fueran plantas, mientras experimentaba con sus artilugios en la mesa.

 

Contemplaremos porciones de meteoritos venidos de Marte (cosa difícil de obtener) o una probeta con aguas del famoso río Tinto. Aprenderemos que curiosidades como que los días en Marte se llaman soles, que un año marciano son 687 días, que su montaña más alta (Monte Olimpo) tiene una altitud de 22,5 Km (el Everest terráqueo 8,8 Km), o que sus dos lunas se llaman Fobos y Deimos (personificaciones del terror y el miedo) un giño a la Ilíada, los dos hermanos que siempre aparecen (invocados por Ares) en el momento de la batalla.

 

Para los amantes de las exposiciones artísticas, se expone una reproducción de un telescopio de Galileo (de 1609), esferas armilares, planetarios mecánicos deliciosos (S. XVIII) y globos marcianos de fines del XIX. Es inspirador el artículo de la revista Life de 1965 donde por primera vez se publican fotografías de Marte captadas por el robot Mariner. Escucharemos a Orson Wells (una audición radiofónica traducida al español) inundando una sala para contarnos una curiosidad sobre la histeria colectiva infundada a la que puede llegar el ser humano cuando se difunden historias sobre extraterrestres contadas por voces conocidas por todos.

 

La sección dedicada a los proyectos de futuro de colonización de Marte es realmente interesante: Terraformar Marte. Prototipos como Ice House (2015) o Lava hive project o Mars Utopia son interesantes de ver (de nuevo, alguno de ellos incluyendo la impresión 3D y la participación de hongos y bacterias para poder crear espacios y lagos y hábitats con atmósferas respirables. Existen diversas bases de investigación en la actualidad para entrenar a los futuros astronautas colonizadores de Marte, situadas en lugares de la Tierra donde también las condiciones son extremas (parecidas a las que tendrían que sobrellevar los pobladores). En estas bases  (Concordia, Mars 500 o Halley) los próximos prometeos se entrenan para prepararse a su lanzamiento cuando la técnica lo permita. Como muestra os diré que la historia de este tipo de iniciativas no es reciente, ya tiene unos años. Si tenéis tiempo, podéis pasaros por la exposición de la 3ª planta sobre Norman Foster (él también ha propuesto soluciones de habitabilidad para la luna, mediante técnicas de impresión 3D usando regolitos como materia base para la construcción de habitáculos lunares).

Para amartizar es condición imprescindible que se realice en un espacio de ese planeta que tenga acceso, al menos, a 100 toneladas de agua (para asegurar 15 años de vida mínima de los integrantes de la misión).

No dejéis de proponer vuestras ideas de regulación de este curioso planeta! Una selección de algunas de entre todas las aportaciones de los visitantes sobre las buenas prácticas que deberían ser aplicadas cuando el hombre colonice Marte será enviada a las agencias espaciales. Se exponen, como ejemplo, siete principios que han de regir en el espacio ultraterrestre, de Naciones Unidas, pero ésta quiere ser una iniciativa más para seguir conformando dicho código.

¡Anímate: tú puedes ser el legislador de tu propio futuro!.