martes, 26 de diciembre de 2017

MANOLO BLAHNIK. EL ARTE DEL ZAPATO



¡Si tenéis niñas y os gustan las exposiciones estáis de suerte!
El Museo de Artes Decorativas (c/Montalbán, 12), en colaboración con Vogue nos deja admirar de primera mano los deliciosos zapatos de este innombrable artista, de su colección privada. Entrada gratuita. Visitad la web (los horarios del museo son una locura).
Zapatos fastuosos, elegantes, de una calidad extrema, que reflejan la necesidad de perfección casi compulsiva de este diseñador. Porque aún no ha logrado el zapato perfecto. Sigue investigando para crear nuevas obras de arte, porque es cierto que se han convertido verdaderamente en esto: en pequeñas referencias artísticas. Su uso de materiales nobles, pieles de todo tipo, telas raras y de lo más variopintos, y su innegable elegancia le han hecho ganador de  títulos como el de Honoris Causa de la Univ. De la Laguna, o el de Commander of the British Empire.

“La exposición explora el zapato más allá de la moda, entendido como un objeto con personalidad propia que transciende la mera funcionalidad para acercarse, en muchas ocasiones, al arte”. (Folleto de la exposición).

Es una delicia contemplar sus bocetos en pintura (firmados por él), pues siempre los ejecuta él mismo en madrera y piel, el prototipo lo confecciona él mismo, para luego enviarlo a su fabricación a la fábrica en Parabiago. Un escultor de sus propias creaciones. Podemos disfrutar de un vídeo con sus principales ideas y, sin duda, deleitarnos con las muestras que el Museo nos aporta. Confecciona muy pocos pares al día, totalmente artesanales, así que las listas de espera por unos “Manolos” son insufribles. Tenemos una sección dedicada a su colección de zapatos que vistieron los pies de las actrices de la película de María Antonieta, de Sofía Coppola (2006).

Amistades como Paloma Picasso o la ayuda (tan admirada siempre por él) de Diana Vreeland (editora de Vogue en EEUU) en unos primeros momentos más duros, con un innegable talento y creatividad hicieron que un estudiante que abandonó la carrera de Derecho y comenzó como fotógrafo se convirtiera en un diseñador de referencia mundial. En algunas fotografías de famosos fotógrafos como Man Ray, Patrick Demarchelier, Craig McDean o Helmut Newton veremos a modelos de la talla de Cindy Crawford, Linda Evangelista dando vida a sus creaciones.

Zapatos desde sus inicios hasta la actualidad, unos doscientos, con algunos modelos muy vivos que siguen en nuestra memoria (contemplaremos las botas altas de la colección Rihanna X Manolo, por ejemplo). Hay referencias en sus zapatos a su España natal (recordemos el origen canario de Manuel Blahnik Rodríguez) pues, dicen, le inspiraron nuestros más grandes autores como Galdós, Unanumo y Ortega o pintores de la talla de Goya y, cómo no, Picasso). Está su zapato “Lola”, en homenaje a Lola Flores. Vive en Bath, disfruta de una agradable salud…..  ¡que nos dure por muchos años!

jueves, 14 de diciembre de 2017

EL ESPÍRITU DE LA PINTURA. CAI GUO-QIANG


Pintar es una expresión de la mente y el corazón (Cai Guo-Qiang)

Museo del Prado (Edificio Jerónimos). Hasta el 4 de marzo 2018.. Entrada general (15€). Reducida (7,5€). Lunes a sábados: 10hs-20hs. Domingos/Festivos: 10hs-19hs.

Cai Guo Quiang nació en China, pero también vivió unos cuantos años en Japón. Lo interesante es que él no es pintor, estudió escenografía y, de hecho, hizo sus pinitos en algunas películas. Ahora vive y trabaja en Nueva York. Él dice que siempre recuerda cómo su padre le subía a sus rodillas y le enseñaba, mientras se liaba un cigarrillo, los dibujos que hacía en las cajas de cerillas que recolectaba, mientras le aseguraba que los paisajes allí incrustados eran su pueblo natal. Sí, en unas diminutas cajas estaba representado el puerto, y el bosque, y la pequeña ciudad y todos los recuerdos que su padre mantenía en su mente. De ahí que Quiang sienta que un lienzo puede contener infinitos paisajes, expresiones y caminos, aunque a simple vista el trazo parezca simple o el cuadro con poco contendido.

Algunos ejemplos: nueve coches en distintas fases de su explosión Innoportune: Stage 1 (complicada su instalación en la rotonda del Guggenheim de Nueva York, 2008, en la exposición I want to believe). Para los expertos, sus indagaciones artísticas tienen mucho que ver con transformaciones artísticas. En este ejemplo, Quiang no pretende transformar el espacio de la rotonda, es algo más: el espectáculo no termina siquiera cuando las luces están en todo su apogeo porque la intención es trasladar al espectador al mismo espacio, a sus explosiones más iniciales, lo que reinterpretará más tarde con los atentados del 11-S. O su  Innoportune: Stage 2 (nueve tigres acribillados por lanzas en una disposición asimétrica que simbolizan una leyenda china que cuenta cómo un tigre que devoraba hombres tenía atemorizado a todo un pueblo, hasta que un bandido-héroe logra matarle por fin y terminar con la maldición). O su Falling Back to Earth, una exposición abierta en 2013 en la Gallería de Arte Moderno (Brisbane, Australia).

Sus exhibiciones son una lectura de representaciones de gran formato que se transforman en verdaderos shows para los visitantes.

En Japón exploró las propiedades de la pólvora en sus dibujos, consiguiendo obras únicas. La pólvora es excitante y tiene su propio carácter. Puede gustarle o no lo que haces con ella, según cuenta Quiang.  Dicen de él que es un visionario, un artista global, explosivo, que logra unir lo que él llama el mundo de lo visible y el de lo invisible. Con ello consigue obras únicas e irrepetibles.

Ésta metodología le ha hecho famoso. Verle en su estudio no tiene precio, serio y concentrado, meditativo, con una decena de ayudantes que le van completando las labores más tediosas en tanto que Qiang se dedica al proceso creativo. Es como si de una metáfora se tratara, de un material para matar, para engendrar arte y una obra hermosa y libre. La exposición en Madrid acoge obras en lienzo, un vídeo sobre el making off de la exposición y bocetos originales de algunos de las obras. Ha trabajado muchos meses en el Salón de reinos del Prado para concebir y realizar esta exposición. Ha evocado a los espíritus de pintores que duermen en el museo, en largos paseos en el crepúsculo por las salas y edificios del Prado, queriendo verter el “chi” (“energía” según la creencia oriental, donde no hay creación ni destrucción porque siempre ha existido esa energía).

En las salas parece que todo lo mostrado es espontáneo, pero en realidad lo único imprevisible de la exposición es la acción inmediata de la pólvora y su capacidad de transformar.

 


viernes, 1 de diciembre de 2017

MARTE, LA CONQUISTA DE UN SUEÑO



Espacio Fundación Telefónica. c/ Fuencarral, 3. M a D: 10:00hs. a 20:00hs. Gratuita.

La exposición abierta hasta el 4 de marzo de 2018 nos abre un espacio para la sorpresa. Es interesante, quizás no tanto por su valor artístico, pero sí desde un punto de vista cultural. Marte está, desde hace tiempo, en el punto de mira de investigadores multidisciplinares.

Para abrir boca, escucharemos a Carl Sagan. Su imagen parece sacada de una de las Conferencias de Navidad ante niños absortos de todas las edades en las que intervino: en 1977, de hecho, dijo que Marte era sin duda “a reasonable place to think about what’s the ground like, what’s the athmosphere like, could there be life?, is it as old as Earth?” (porque -a su juicio- los supuestos canales de los que se aseguraba su existencia no eran tales, o que no era tampoco cierto que los puntos verdes fueran plantas, mientras experimentaba con sus artilugios en la mesa.

 

Contemplaremos porciones de meteoritos venidos de Marte (cosa difícil de obtener) o una probeta con aguas del famoso río Tinto. Aprenderemos que curiosidades como que los días en Marte se llaman soles, que un año marciano son 687 días, que su montaña más alta (Monte Olimpo) tiene una altitud de 22,5 Km (el Everest terráqueo 8,8 Km), o que sus dos lunas se llaman Fobos y Deimos (personificaciones del terror y el miedo) un giño a la Ilíada, los dos hermanos que siempre aparecen (invocados por Ares) en el momento de la batalla.

 

Para los amantes de las exposiciones artísticas, se expone una reproducción de un telescopio de Galileo (de 1609), esferas armilares, planetarios mecánicos deliciosos (S. XVIII) y globos marcianos de fines del XIX. Es inspirador el artículo de la revista Life de 1965 donde por primera vez se publican fotografías de Marte captadas por el robot Mariner. Escucharemos a Orson Wells (una audición radiofónica traducida al español) inundando una sala para contarnos una curiosidad sobre la histeria colectiva infundada a la que puede llegar el ser humano cuando se difunden historias sobre extraterrestres contadas por voces conocidas por todos.

 

La sección dedicada a los proyectos de futuro de colonización de Marte es realmente interesante: Terraformar Marte. Prototipos como Ice House (2015) o Lava hive project o Mars Utopia son interesantes de ver (de nuevo, alguno de ellos incluyendo la impresión 3D y la participación de hongos y bacterias para poder crear espacios y lagos y hábitats con atmósferas respirables. Existen diversas bases de investigación en la actualidad para entrenar a los futuros astronautas colonizadores de Marte, situadas en lugares de la Tierra donde también las condiciones son extremas (parecidas a las que tendrían que sobrellevar los pobladores). En estas bases  (Concordia, Mars 500 o Halley) los próximos prometeos se entrenan para prepararse a su lanzamiento cuando la técnica lo permita. Como muestra os diré que la historia de este tipo de iniciativas no es reciente, ya tiene unos años. Si tenéis tiempo, podéis pasaros por la exposición de la 3ª planta sobre Norman Foster (él también ha propuesto soluciones de habitabilidad para la luna, mediante técnicas de impresión 3D usando regolitos como materia base para la construcción de habitáculos lunares).

Para amartizar es condición imprescindible que se realice en un espacio de ese planeta que tenga acceso, al menos, a 100 toneladas de agua (para asegurar 15 años de vida mínima de los integrantes de la misión).

No dejéis de proponer vuestras ideas de regulación de este curioso planeta! Una selección de algunas de entre todas las aportaciones de los visitantes sobre las buenas prácticas que deberían ser aplicadas cuando el hombre colonice Marte será enviada a las agencias espaciales. Se exponen, como ejemplo, siete principios que han de regir en el espacio ultraterrestre, de Naciones Unidas, pero ésta quiere ser una iniciativa más para seguir conformando dicho código.

¡Anímate: tú puedes ser el legislador de tu propio futuro!.

lunes, 20 de noviembre de 2017

QUÉ EDUCACIÓN DAN LOS COLEGIOS HOY. QUÉ EDUCACIÓN QUEREMOS PARA NUESTROS HIJOS


Qué maravilloso artículo el que publica hoy el Mundo, en el Día Internacional del Niño.

Me ha reforzado en la idea y manera que en casa entendemos de la educación. A veces llegan las dudas, como a cualquier padre concienciado con este tema, puesto que los colegios de nuestros hijos (o, al menos, al que van los míos) hipnotizan con inputs constantes de flipped classes, con charlas ejemplificadas con vídeos donde niños y niñas tienen una tableta último modelo por cabeza (¡qué pasada!, decimos, dirán), donde nos venden que tenemos colegios tecnológicamente transformados. ¡Qué falacia!. Indaguemos sobre las razones.

¿Pero es que no nos damos cuenta de que cualquier ser humano necesita, primero, ser instruído, tener conocimientos, para después poder acceder a la gran ventaja que nos brinda el mundo online que tenemos hoy?.  Por el hecho de que cada alumno deba tener una tableta que llevar a clase un colegio no se transforma en tecnológico, de hecho puede empeorar habilidades “clásicas” que los niños poseían.

Cuando constato que los niños están perdidos porque los únicos materiales que tienen son unas escuetas presentaciones en power point de un profesor o, tan sólo, unas fotocopias de apuntes del propio profesor (pasadas a formato pdf), me dan ganas de gritar. Con un contenido, la mayoría de las veces, mínimo y escueto. Sin entrenamiento previo, sin compromiso por parte de los educadores en enseñarles el manejo de las herramientas online, sin el esfuerzo que requiere (como en cualquier ámbito de la vida) acompañarles y guiarles en la gestión de la documentación que se les envía, dónde archivarla, cuáles son los “códigos digitales” que aplican en un mundo conectado, no es posible que esos niños, ni con su mejor voluntad, saquen algo en claro y aprendan.

Es ilusorio pretender que ellos solos gestionen con criterio y madurez una información y unos dispositivos en los que no solo tienen acceso a “libros digitales”, sino también a internet, a mensajería instantánea, cámara de fotos y demás app preinstaladas en el dispositivo. Porque, seamos sinceros, ¿no nos pasa incluso a nosotros, adultos, que nos pasamos mucho tiempo diario en estos entornos? ¡Claro que sí!, pues cuánto más les ocurre a menores en pleno proceso de formación personal. Los niños no usan su tableta con fines puramente educativos, sino que se pasan tiempo fotografiando, enviándose mensajes o ¡jugando!, mientras los profesores no se lo impiden porque no se dan cuenta o no se la quieren dar (que eso supone educar y, claro, es ingrato).

A los chavales hay que acompañarles, y lo ha de hacer el profesor (no los padres, que la labor docente siempre ha sido de los primeros, aunque con el constante seguimiento por parte de los progenitores en comunión con aquéllos, por supuesto). Se hace hincapié en la importancia de desarrollar en los niños habilidades tales como argumentación, opinión, debate, presentación en público, habilidades técnico-digitales (que -por cierto- las llevan en los genes, son nativos digitales, así que no nos debemos preocupar). Pero se nos olvida que a éstas se llega después (o también) de haber estudiado filosofía, historia, matemáticas, arte, lengua, tras escribir ensayos, tras leer libros y epopeyas, tras entender a los clásicos.

A elaborar un buen mapa mental se aprende cuando se tienen los conocimientos previos; a hablar en público cuando se ha aprendido a memorizar; a opinar y dialogar y argumentar, siempre es posible cuando existe una base sólida de conocimientos previa.

Ahora están empantallados, desgraciadamente, también en el colegio.

Soy consciente del carácter personal de este post, de la vivencia que tenemos, en particular, con el colegio de nuestros hijos, pero en cualquier caso no dejéis de consultar el artículo recomendado, mucho más correcto, objetivo y, sin duda, contrastado que este desahogo mío.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Colección Bergé en Cuatrecasas




Tiene la sede del Despacho Cuatrecasas en Madrid (c/ Almagro 9) una colección interesante de obras de arte de la Colección Bergé (Bergé y Cía es una longeva empresa emprendedora, dinámica, que ha apostado también, como estamos viendo últimamente en el mercado empresarial, por invertir en arte.

La de Cuatrecasas es parte de una colección que la sintonía de ambas marcas ha ido recopilando desde los años 80 y que se exponen permanentemente en los distintos pasillos de entrada y salas de espera contiguas a esta rotonda. Poco más de una docena. Las obras están mezcladas en el propio entorno de la firma de abogados y hasta se confunden con el mobiliario de ésta. Son, decididamente, muestras de arte contemporáneo por las que ambas compañías han apostado siempre en línea con el espíritu emprendedor pero también amante del arte de ambas. Reúnen obras de autores reconocidos internacionalmente: fotografías de gran formato de Rosario López, Ángela de la Cruz (galardonada con el Premio Nacional de las Artes Plásticas 2017), Allan MacCollum, Sebastián Díaz Morales, Martin Creed, el díscolo Moris, Luisa Lambri, Jonathan Borofsky, Rinko Kawauchi, Ibon Aranberri, Roderick Buchanan, Euan Mac Donald, Dora García.

Por si acudes a alguna de sus charlas jurídicas, siempre interesantes, coge uno de los folletos “Colección Bergé en Cuatrecasas” que tienen impresos para mayor disfrute de la visita.

martes, 3 de octubre de 2017

Zuloaga en el París de la Belle Époque. 1889-1914



Mapfre nos abre las puertas -hasta el 7 de enero 2018- del bilbaíno Ignacio Zuloaga.

Las primeras salas van dedicadas a sus comienzos. Rostros macilentos, “La tía Luisa” o “El viejo verde” llenan las paredes. Fruto de su amistad con Émile Bernard Podremos contemplar obras de su gran amigo Émile Bernard (bárbaro su “Mendiants Espagnols” de pieles cetrinas, con ojos estrábicos, y un Autorretrato). 

La exposición también reúne obras de su época netamente parisina que dialogan con otras de autores coetáneos (Pablo Picasso, Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Serusier con un “Sous-Bois” con aspecto chinesco, Maurice Denis, Eugène Carrière, Giovanni Boldini con su extraordinario, etéreo, “Retrato de Mme. Charles Max”, o Jaques-Émile Blanche, entre otros) e, incluso, una selección escueta de adquisiciones suyas de sus admirados Goya y el Greco (“Zuloaga Coleccionista”) que fue comprando a lo largo de su vida (no quería ser ingeniero, como pretendía su padre). Es el momento álgido de su imbricación extranjera. Se codea con los intelectuales y aristocracia parisina, coleccionistas rusos (su amigo Ivan Shchukin le difunde la fama en Rusia, Mapfre ha traído el cuadro de “La Rusa”). Amistades importantes que le proyectan fuera de las fronteras francesas. El busto de Mahler, sencillamente único) se lo regaló su amigo Rodin. También él recibe encargos de prohombres de la época, fruto del entorno del que se ha contagiado. Ahora bien, ¿cómo son sus retratos?: vigorosos, con carácter (él no es pintor psicológico de almas y estados de ánimo), adustos, erguidas si están de pie, imponen una fuerza que trasladan al espectador. Son poderosos

Nos paseamos, pues, por un par de espacios en los que se nos presenta un Zuloaga romántico, retratista por antonomasia, incluso con cierto aire simbolista en el uso de estos recursos en muchas obras (algunas en la exposición).

La muestra pretende dar a conocer la faceta internacional de este pintor, tan encasillado a su condición de “pintor del 98” (“la cuestión Zuloaga” se discutía en las tertulias de café de la Generación del 98), cuando –dicen- él mismo no se sentía así, fue víctima del debate de su pertenencia a esa Generación. Pasó un total de 25 años en París, se casó con una parisina aristocrática (su suegro era banquero) y se codeó con la alta sociedad de este país, lo que le originó una fama que llegó muy lejos (aunque en algunos comienzos arrollara Sorolla en las muestras internacionales).

Zuloaga era un pintor con regusto nacional, pero le gustaban las amabilidades y fastos parisinos, ya hemos dicho. Ahora bien, también quería plasmar el carácter e iconografía de regiones de su país. En la sección “Vuelta a las Raíces” se nos aparenta más este retorno patrio (“La merienda”, “El reparto del vino”), la de la España negra, la del siglo de Oro. Es la representación de lo español, de nuevo busca lo originario, lo menos industrial. Las arrugas de la tez que dan sabiduría de la vida difícil, de edad indefinida los cuerpos no doblegados aún a las dificultades del entorno rural, deformidades (el maravilloso “Enano Gregorio el Botero” o “Dª Mercedes”) y grotescos. La humilde condición. Amenizan la sala obras de Picasso (enana y una celestina tan diametralmente opuesta a la de Zuloaga que impresiona), varias celestinas, “un tipo de Segovia” prestado por el reina Sofía. Para terminar: sus “Mujeres de Sepúlvea”, donde el paisaje ya es en sí mismo una representación esencial. Paleta muy empastada, las mujeres nos dan la bienvenida a este pueblecito medieval, sus mantones y arrugas casi se confunden con las líneas de las hondonadas y caminos del pueblo. Retrato + composición paisajística, que tienen la misma expresividad. Él vuelve a España y a la sordidez de lo español, y queda probado con las comparativas de obras de distintos autores expuestas en la muestra.

Internacional y cosmopolita, sin duda, pero encariñado con el imaginario español. Así se entiende mejor la propuesta de Mapfre.

lunes, 25 de septiembre de 2017

AGON, LA COMPETICIÓN EN LA ANTIGUA GRECIA.


("Capitan Trueno", by Nathan Sawaya)

Una exposición vistosa y muy entretenida (una oportunidad para ir con niños, si los tenéis). Agón, o lo que es lo mismo: “competición, desafío, contienda” en griego. En esto nos adentra la exposición de La Caixa en Madrid: “¡Agón!, la competición en la Antigua Grecia”. Inaugura así la Caixa su temporada 2017-2018. Del 14 julio al 15 octubre 2017. Las obras expuestas provienen del British Museum en su integridad.

Los griegos competían para todo (hubo Olimpíadas de 776 a.C. hasta el 394 aprox. d.C) . Su diosa Niké (de la Victoria) abre la muestra para indicarnos que ella será la encargada de imponernos taenias rojas o coronas de olivo si superamos la prueba. Reparad en las figuritas de terracota de una delicadeza extrema representando a dos mujeres jugando a las tabas (no se sabe a cuántas variantes de tabas jugaban, pero sí que había varias y que los niños se ejercitaban en este juego de destreza y habilidad hasta los 7 años). La exposición nos muestra esculturas de las grandes pruebas del pentathlon (pugilato, jabalina, disco, carrera (corrían muy erguidos, como se puede ver en las tinajas) y salto.

Los griegos no hacían trampas (“la rivalidad honorable” que dicen en el folleto de la exposición): estaba totalmente prohibido tirar del pelo, arañar o meter los dedos en los ojos. Si los competidores cayeran en la tentación, se les prohibirá competir de por vida en nombre de su polis en las olimpíadas u otras contiendas. La cabeza de un luchador cubierto por una especie de gorro de natación que le cubre para no sufrir un tirón hace alusión a estas reglas.

Quienes ganaban no recibían dinero, pero sí mucha fama, una pequeña estatua y poemas en su nombre, no pagar impuestos…. eran héroes de por vida que habían representado a su polis natal que les recibía con todos los honores.

Hay una referencia bonita a la presencia de las mujeres en estas pruebas. Las mujeres no podían participar (salvo, por ejemplo, en las fiestas Dionisíacas) en estas competiciones. Una reducida figurita con una mujer hace referencia a la historia de Atalanta e Hipómenes (en ella vemos a una mujer compitiendo).

La sala de las batallas nos ha traído varios instrumentos de batalla en época de las guerras púnicas y un equipo completo de lucha: casco, greva y dorsal.

La sala dedicada a la guerra de Troya también es interesante. Pretende hacer ese paralelismo entre la historia contada por Homero y lo encontrado en los restos arqueológicos. Troya fue aniquilada por los griegos y quemada, si bien no se sabe con certeza (arqueológica) cómo entraron.

Una de las joyas de la muestra es parte del friso del Mausoleo de Halicarnaso, una de las siete maravillas del mundo clásico, que por primera vez ha salido del British. De gran belleza. Prodigiosa la técnica de paños mojados utilizada.

Una buena manera de entrenarnos en las costumbres deportivas de las civilizaciones antiguas!

lunes, 11 de septiembre de 2017

Llovió al alba



“La Naturaleza siempre recompensa inmediatamente, nunca deja asuntos pendientes”

Osho, El Libro del niño

 

Llovió al alba

Mohína, implacable.

 

Me gusta cuando llueve,

Aplaca humos y quebrantos

Destapona polvos

Y corazones ariscos.

Produce el mismo efecto

A las almas deprimidas

Libertando sus angustias

Aplastando el ánimo seco

Igual que al camino polvoriento

Violado por zuecos, ruedas y estruendos.

 

Me gusta cuando llueve

Pues enluce los caducos barros

Conduce tus moscas interiores

A sumideros cercanos

Arrastra liendres a girones

A mundanos coladeros.

jueves, 10 de agosto de 2017

CENTRO BOTÍN. NUEVO ESPACIO DE REFERENCIA EN CANTABRIA.




Que Santander tenga otro espacio de referencia es importantísimo. Se añade un nuevo centro a los ya existentes en la zona (Guggenheim Bilbao), por no dejar de mencionar (aunque la finalidad sea diferente) a la Fundación Botín o el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Cantabria y Santander. O al de Bellas Artes de Bilbao (que, por cierto, alberga ahora una buena exposición de 90 obras de Alicia Koplowitz, hasta el 23 de octubre 2017).

Un edificio diseñado por Renzo Piano que merece la pena visitar. Los volúmenes cúbicos quieren integrarse (junto con el revestimiento cerámico muy particular que refleja las luces y colores del mar) en la perspectiva de la bahía, abusando del acero y el cristal para darle mayor volatilidad a los dos . Esto dota al visitante de una sensación aérea que se agradece.

Lo enmarcan los Jardines de Pereda y, como dijimos, la bahía. El soterramiento de la avenida ha promovido sin duda la simbiosis del entorno (y doblado la extensión de terreno verde al doble de su tamaño original) que, sin la carretera, permiten visualizar una dilatación de terreno limpia donde discurren paseantes, toman un aperitivo y charlan ciudadanos cántabros y visitantes y juegan divertidos los niños en las zonas infantiles.

Aunque la entrada al centro, a mi gusto está mal dimensionada y peor gestionada, también es cierto que hay que darle un voto de confianza a la administración del centro y su capacidad para rectificar cómo ha de ser la compra in situ de entradas y las (largas) esperas para entrar y el refuerzo del sistema de ascensores para que no ocurra (como ya ha pasado) que los visitantes tengan que subir a pie una escalinata difícil.

¿Qué hay?: sendas exposiciones (hasta septiembre) de grabados de Goya (80) y Carsten Höller han inaugurado la apertura del centro: de Goya, los grabados del Museo del Prado, que no son los de las planchas originales (aunque por lo cuantioso de las obras expuestas, el catálogo editado sobre los dibujos, merece un paseo con tiempo por delante para disfrutarlos). La dinámica que propone el centro para la sala dedicada a Carsten Höller es, cuando menos, curiosa. Muy sinestésica para el visitante, que tendrá que dedicar su tiempo a experimentar y descubrir pasadizos, balanzas e inmersiones (si se está dispuesto a pagar por ello) en el entorno.

 Por último, otra sala dedicada a las obras de la propia fundación (“Arte en el cambio de siglo”), con bellas impresiones digitales sobre papel de algodón de Mendizábal, arte topográfico acartonado de W.ilfredo Prieto (Viaje infinito), o las siempre llamativa esculturas de Juan Muños, Orozco, y un trampantojo sorprendente de Carlos Irijalba (Mareas altas).

Lo dicho, un centro de referencia europea que añadir a la atractiva oferta de nuestro país, en general, y el norte de España, en particular.

martes, 25 de julio de 2017

DIME QUE ME QUIERES. UN PUÑADO DE CONSEJOS PARA PADRES.







  • Cuando tu hijo te quiere hablar, deja de lado ostensiblemente lo que estés haciendo y escúchale siempre. Tu disponibilidad en los primeros “mamá/papá mira lo que he hecho”, “mira este dibujo” es el futuro “mamá/papá me siento triste porque fulanito me ha insultado” o “fíjate lo que hace Zutanito en clase y con quién va”.
  • Y si tu hijo te está hablando, no le interrumpas. Esa puntualización (que tú crees necesaria) le inutiliza y hace pensar que no sirve su argumento. Lo que queremos es que nos hablen, ¿no?, si les cortamos la disertación, ¿qué interés tendrán la próxima vez?
  • Tus hijos hacen las cosas mejor que nosotros (padres). Confía en ellos. Aunque nosotros (padres) tenemos toda la sabiduría y visión de la jugada, de la vida, de la experiencia.
  • Mira lo que tus hijos hacen bien, así te animarás cada día, ¡te sorprenderá lo numerosas que son!
  • Vete un rato con cada uno de tus hijos por separado. ¡Lo recordarán toda su vida!
  • Pide perdón a tus hijos siempre que sientas que lo has de hacer. Verán que eres humano.
  • No sermonees sobre el respeto, la honestidad, la generosidad, la humildad, el esfuerzo: sé honesto, humilde generoso, respetuoso y esforzado.
  • Saluda a tus hijos siempre, da los buenos días, tardes y noches. Si lo haces por educación con un tercero, qué menos que dedicarlo a tu hijo
  • Comed padres e hijos juntos varias veces por semana. Que sea una costumbre inquebrantable.
  • Sé sincero contigo mismo y pregúntate si, a veces, el inaguantable eres tú (y tus hijos tienen que tolerarte… ¡y siempre lo hacen sin poner en entredicho la cara que tienes!)
  • La mayoría de las discusiones entre padres e hijos no es por los modales, la (des)obediencia, las malas contestaciones, es por las diferencias entre generaciones.
  • Si regañas a tu hijo, hazlo sonriendo. No significa que te estés riendo de la situación, sólo le pones un gesto amable a una situación difícil para él.
  • Si quieres que tu hijo se comunique sobre sus cuestiones más íntimas, ponte de su lado y dile, lo primero, “no sabes lo mucho que te entiendo” (tendrás todas las puertas abiertas a su corazón).
  • Cuando hayas discutido con tu hijo, reflexiona sobre el tono, la fiereza, las palabras utilizadas, ¿ha merecido la pena?.
  • Regálales tu tiempo, no les compres cosas. Su frase preferida (que van perdiendo conforme se hacen mayores) es “juega conmigo”. ¡Haz que te repitan esa frase aunque se vuelvan adolescentes!
  • Explícales repetidamente que regañarles no es por lo que “son”, sino porque hay actuaciones suyas que necesitan pulirse y mejorarse, que les sigues queriendo infinito. A veces no les queda tan claro y necesitan tener la seguridad de que se les quiere como son y en todo caso (independientemente de la filípica).
  • Cuando no quieran hablar contigo y estén realmente ofuscados, dales espacio, acepta, no indagues (no es el momento). Escríbeles unas líneas diciendo que les quieres aún más cuando no te quieren ni ver.
  • Medita con tus hijos. Elabora momentos de quietud con ellos. Acompáñales en el proceso dirigiendo su sentir a lo bueno que son y tienen dentro.
  • Enséñales que la felicidad está dentro de ellos. Pues cada uno es felicidad, el mundo y sus circunstancias simplemente le añaden toppings.
  • Cada vez que hables mal a tu hijo recapacita y siente cómo te sentirías tú si alguien te hablara así. Si la respuesta no te convence, cambia tu tono y discurso. No te recrimines, pero proponte no reincidir.
  • Ten siempre presente que quieres a tus hijos por encima de todo. Regálales tu mejor versión.
  • El hogar familiar es sagrado. Respeta sus cimientos, las vivencias nacidas en él y las personas que lo llenan.
  • ¿Se te da bien bailar? Compártelo y baila con ellos, pon música a todo volumen y canta. La casa se inundará de buen rollo y energía positiva.
  • ¡tu hijo ha cometido un error!. siéntete feliz: es la única manera de aprender.
  • Los pequeños fracasos, decepciones, sinsabores y frustraciones son necesarios para los hijos, les ayudan a vivir experiencias que, de mayores, sabrán gestionar.
  • No intentes ser perfecto. Ni tener siempre la respuesta. Los hijos se sentirán acompañados por una montaña que, siendo alta y firme, también tiene mucho que aprender.
  • La paternidad concibe subidas y bajadas, no es línea recta, tampoco clara, y no es fácil. Pero el fruto que otorga es exclusivo y el único por el que estarías dispuesto a morir.
  • No midas a tu hijo por las notas, sino por su esfuerzo. Él respirará confortado y tú…. ¡descubrirás que normalmente irán aparejados!
  • No te equivoques: los hijos quieren portarse bien y hacer lo que a sus papás les complace y gusta. ¡Lo que ocurre es que son niños y hay que enseñarles las reglas del juego de la vida!
  • Transforma las situaciones negativas o duras que viva tu hijo en retos. Demuéstrale cómo ha sido capaz de superarlos. Estará triste, sí, pero saldrá reforzado.
  • Acepta a tu hijo como es y consigue, con todas tus fuerzas, que él así lo entienda y sienta. Habrá nacido una persona con una autoestima grandiosa y un amor al prójimo (y a su familia) contra todo pronóstico
  • y……  
Diles todos los días que les quieres, aunque parezca repetitivo es un mantra que les da la vida. 

jueves, 13 de julio de 2017

VESTIDOS, ALIMENTOS, PRÓTESIS…… LA IMPRESIÓN 3D QUE CAMBIARÁN LA PERCEPCIÓN DEL MUNDO




“3D. Imprimiendo el mundo”
Si queréis pasar una tarde divertida y aprender cómo el mundo está avanzando tecnológicamente con pasos de gigante no os perdáis la exposición de la Fundación Telefónica, con más de 100 piezas diseñadas por distintos artistas y productores que nos harán entender hacia dónde se dirigen los avances de la impresión 3D. Se abrió al público el 15 de junio. Estará hasta el 22 de octubre.
Un sala a oscuras (la exposición nos guía en la penumbra) nos da la bienvenida con varias impresoras 3D que nos quieren enseñar los pasos de la impresión tridimensional desde sus comienzos tímidos en los años 60.
El espacio con más efecto “uau” es el tercero. Se presentan muchos ejemplos en los que se ha aplicado esta nueva tecnología, modelos que ya se han realizado y que nos demuestran el inmenso potencial que tendrá estás técnicas novedosas en un futuro (más próximo que lejano). Sillas, esculturas, productos listos para su uso, prótesis, vestidos, manifestaciones artísticas…. Un mundo realmente ignoto que dará muchas sorpresas y que -sin remisión- unirá la ciencia, la medicina, con la tecnología aplicada, las matemáticas e ingeniería (STEM), para desarrollar un mundo mejor. Como dice la nota de prensa de la Fundación Telefónica, “(…) ¿qué capacidad transformadora tiene esta tecnología en los procesos productivos, en la relación del individuo con los objetos y en la sociedad en general?”
 
En la última sala se presentan vídeos con menús cocinados con impresoras 3D. En 2016 abrió en Londres el primer restaurante con comida 3D. Grandes expectativas que nos generarán nuevas experiencias sensoriales, nuevas aproximaciones a conceptos tan antiguos como la alimentación. Un nuevo debate ya ha comenzado. Descubriréis también los pasos de la impresión 4D, con la capacidad modificatoria insertada en el “código genético” de los propios productos. JustMake fue pionera en 2012 en la presentación de alimentos impresos en 3D en una feria de alimentación. Pero la propuesta de 3Dfood no finaliza ahí, también tenemos Food Ink, rotando por Europa desde que se constituyó como restaurante itinerante en  2016.
 
Si queréis profundizar sobre los temas sugeridos en la exhibición, podéis adquirir el servicio de audioguía (1,5€) que la podrás instalar en tu dispositivo móvil o tableta.
Os recomiendo, antes o después de la exposición, que os aprovechéis  de una experiencia de realidad virtual (está en la misma planta que la exposición). Hay que solicitar antes las entradas (gratuitas) en la web de la Fundación Telefónica

viernes, 9 de junio de 2017

Picasso y el Mediterráneo. La alegría de vivir


 



Una exposición de luz y mar. Orillas y fiestas taurinas. Hasta el 15 de agosto la tenemos en la Fundación Canal (Mateo Inurria, 3)

91 piezas traídas de la Fundación Picasso de Málaga. Llevan una historia común. Temas y lugares que le inspiraron. Nos invade el azul claro y las ondas de camisetas marineras de la exposición. Tranquilizador , la estética de la disposición de las salas agrada e invita al paseo sosegado por la arena ficticia. Con esa tranquilidad de espíritu enfrentamos al salvaje toro de la Fiesta Nacional, tema del que era entusiasta Picasso, con el júbilo de las playas o el sueño de los faunos.

Una pared acoge las soberbias litografías de la serie Toro. Picasso aborda de forma faseada esta figura animal desde una aproximación realista, detallada (las primeras), para pasar por su personal interpretación cubista donde se va desvaneciendo la forma, se geometriza el cuerpo del animal, apareciendo luego una testa que más parece una máscara africana, para terminar con una sublime simplificación de la figura en un renglón. De la robustez inicial del toro a la sencillez de una línea prehistórica (infantil y preclara (¿). Una repetición pero también una minuciosa cadena en la que cada eslabón añade o elimina formas, luces, contrastes de las interpretaciones anteriores.

Otras zonas de la muestra nos presentan escenas de playa en cerámicas, bañistas y sombrillas en platos y fuentes. La alegría mediterránea de vivir. La vida, el sol y el bullicio del gentío ensordecen los oídos de un espectador atento.

La sección dedicada a los cuerpos nos da las pautas primordiales del desnudo medido, grecolatino, de figuras erguidas y perfiles perfectos. Otra sala nos dedica el ardor y pasión de Picasso por la mitología, como creador de su propia mitología particular, con faunos campestres y panes embaucando con sus flautas. Minotauros representando lo bello y a la vez lo oscuro del ser humano (la misma dualidad intelectual de Picasso?), Venus y el amor (2 litografías de serie, como las del Toro y las de Mujeres de Argel de la última sala).

Con las “Mujeres de Argel”  disfrutaremos de la visión particular de Picasso (distinta a la mirada romántica y suntuosa de su admirado Delacroix), libre, risueña y amoral, des-consagrada. La misma idea de serie litográfica (variantes sobre un mismo tema) se han visto ya en distintas zonas de la exhibición. Y terminaremos con bodegones marinos de peces y bogavantes, alimentos de costa, muy mediterráneos…., para emplatarlos en la última fuente de la exposición. ¡Tan festivo!

jueves, 8 de junio de 2017

Rafael Moneo. Una Reflexión Teórica desde la profesión.






La vida no está pensada para hacer planes. Yo nunca los he hecho más allá de las vacaciones de verano” (Rafael Moneo)

 

Una retrospectiva que podemos disfrutar hasta el 11 de junio en el Museo Thyssen Bornemisza.

¿Qué labor tiene hoy en día un arquitecto?. En épocas nada propicias en España para esta profesión, altas capacidades que emigran para la búsqueda de un nuevo Dorado, la historia del tudelano Rafael Moneo nos puede servir de referente ejemplar. Una selección de dibujos, maquetas, fotografías de encargos de este arquitecto nacional. La muestra ha paseado por A Coruña y es, de hecho, una retrospectiva (la primera en el Thyssen) de su trabajo y vida profesional.

La exposición pivota a través de sus dibujos (121), son el hilo conductor, esenciales en el proceso intelectivo del trabajo de cualquier arquitecto porque van configurando la idea de un proyecto. Los dibujos para Moneo son una herramienta principal para el desarrollo de sus propuestas (un arquitecto siempre recurre al “rasguño”, al dibujo, pues es la manera de plasmar una idea en cuanto nace como simple intención). Actualmente pueden estar en desuso pero no en aquel momento. A través de ellos se van definiendo las decisiones del trabajo final de este arquitecto, para su organización mental.

El croquis (se usaba lápiz sobre papel de croquis semitransparente) para la casa de la Moraleja de Alfonso Gómez-Acebo tiene su encanto e importancia. Su diseño rompedor y noble, con una balaustrada y plantas colgantes nos transporta a décadas pasadas. O bien las viviendas en el Paseo de la Habana (73-77), que se pueden disfrutar si uno se pasea por esta calle. Se muestran planos amarillentos por el paso del tiempo muy significativos que Moneo tenía guardados en su sótano y que recupera el Comisario  Francisco González de Canales para esta exposición. Las cuidadas 19 maquetas expuestas son una delicia. A modo de casas de muñecas perfectamente diseñadas, materiales limpios y pulidos.

La siguiente sección del recorrido ya no tendrá tantos dibujos. Se van sustituyendo aquél con otras técnicas (maquetación y fotografías), aunque Moneo jamás renunciará a él.

Las fotos también acompañan fuerte y nos modelan otros trabajos internacionales y nacionales premiados (él, único español, galardonado en 1996 con el premio Pritzker de Arquitectura, y antes con el Príncipe de Asturias de las Artes en el 92, entre otros muchos), junto con otros que ni siquiera llegaron a nacer, pero cuyos planos podemos disfrutar.

A él debemos la inteligente ampliación del Museo del Prado (98-07), 1er premio. La catedral de Ntra. Sra. de los Ángeles (en L.A., California, 96-02), también 1º premio. Suya es la nueva imagen de la estación de Atocha en Madrid. Muchos ejemplos que podremos contemplar con los planos, maquetas y fotografías expuestos en la muestra.

Siempre que se le pregunta por su modelo de inspiración, responde que no es unívoco, aunque dice que hay siempre que reflexionar. “Una reflexión basada en la certeza de que detrás de las formas de la arquitectura existe una determinada visión del mundo, un mensaje oculto que hemos de descifrar para comprender el presente”. En su intervención para el Museo de Arte Romano de Mérida nos inunda la belleza de la historia recalificada para los tiempos modernos (un espacio absolutamente romano para disfrute del presente). Insertado en plena ciudad antigua, dialoga con el pasado histórico a través de sus poderosos arcos (gusto romano), el ladrillo rojo y la iluminación para adaptarse a él. Usa el paisaje y su historia para concebir sus obras. También la Fundación Miró en Palma nos transmite esta concepción.

Si, además, tienes la suerte de encontrarte con él mientras pasea sonriente entre sus obras e, incluso, saludarle (incluso a horas intempestivas como las cuatro de la tarde de un día corriente), entonces la visita quedará para siempre en el recuerdo.

jueves, 18 de mayo de 2017

Obras Maestras de Budapest. Del Renacimiento a las vanguardias.


A punto finalizar (el 28 de mayo próximo) la exposición, con ocho salas que abarcan el estado del arte desde el Renacimiento italiano y alemán hasta el modernismo y primeras vanguardias de del siglo XX. Obras traídas del Museo de Bellas Artes (temporalmente cerrado por reformas) y la Galería Nacional de Hungría.

Primera y Segunda Salas: dedicadas al Renacimiento alemán, italiano flamenca. Con una de las tablas más valiosas de la exposición, “Salomé con la cabeza de San Juan Bautista“  (Lucas Cranach), rememorando (según se explica) la mujer como icono de poder y sensualidad. Motivos, el de la mujer, que irán apareciendo en el recorrido de la exposición (penúltima sala), dándonos a conocer distintas facetas de las lecturas y plasmaciones artísticas del ese poder femenino a lo largo de los tiempos.  Hay una tablita combada de belleza sublime, “Virgen con el Niño y San Juanito”, de delicada composición triangular, muy armónica en cuanto a la configuración de los personajes moviéndose con toda naturalidad.

Se pasa después por el Barroco holandés, español (con obras de Murillo, Velázquez y Zurbarán, entre otras ) e italiano. Pinturas narrativas que reflejan las características de esta época: alegórica, mitológica, motivos bíblicos. Un buen ejemplo es en el “San Juan Evangelista” de A. Van Dyck. También cuelgan 3 Goyas en la sala dedicada al XII español. Es interesante la similitud entre el “Retrato de Manuela Camas y de las Heras” (mujer de Ceán Bermúdez, de cuya vida nos pudimos enterar gracias a la Biblioteca Nacional el año pasado) con la “Duquesa de Chinchón”. Frente al desamparo de esta última, la fortaleza que desprende la primera.  La monumentalidad de “Betsabé en el baño” no nos deja indiferentes, como tampoco la suntuosidad de la obra casi cortesana. Cuelga un Belloto, curioso por los reflejos estáticos de los edificios del canal en el agua, que son exactamente simétricos a los edificios reales que reflecta. Muy bello es el “Ecce Homo” de Mateo Cerezoque reposa en la pared, sin dolor, pensativo, cansado simplemente, nada le duele, nada le espanta, su cuerpo reluce y brilla, su cara no.

El penúltimo espacio está dedicado a la Nueva Imagen de la mujer. La mujer es protagonista de esta parada, concebida con distintas perspectivas, inmersa en el sueño de una noche de verano shakesperiano, entre centauros de Böcklin o con ejemplos como “Mujer con abanico” (Manet) sorprenden por si gigantismo. Una mano desproporcionada resalta en el conjunto blanco de la imagen. Una cabeza, en cambio, diminuta se atisba. La emotiva “Verónica” (vera icona) de un inconfundible Kokoschka nos cuenta el sufrimiento de las madres que despidieron a sus hijos a la guerra y que nunca verán volver, una Verónica que se hunde en el velo. También digna la intrigante “Primavera” de una femme fatale que esconde algo y provoca con mirada amenazadora y una medio sonrisa peligrosa, así es como nos la quieren explicar.

Última Sala: Un “Paisaje de invierno con cerca” (Sándor Ziffer) con claras reminiscencias fauvistas llama la atención por su colorido. También un escorzo brutal en su composición (. Por su parte, la nueva interpretación de la pareja de “La nueva Eva” y “El nuevo Adán” (Sándor Burtnyk) nos transportan amablemente al estilismo Bauhaus. El forzado escorzo, contorsionado, del “Desnudo femenino” (Dezso Orban) atrae desde que se entra en la sala. Trazos cortos y definición de contornos en negro a modo de dibujo dan mayor fuerza al cuerpo, cuya postura es de muelle, encuadrándolo, como queriéndolo señalar, atisba los inicios de un tímido cubismo). Se entremezclan estos cuadros con los deliciosos y serenos “Ciruelos en flor” (Manet), o la contundente factura de Cézanne en un budegón, que comparte pared con “Los cerdos negros” de Gauguin. Muy modernista es el gran formato “Riachuelo II” (Karoly Ferenczy), de rosas pálidos y sosegado murmullo del agua que llega desde la esquina izquierda perdiéndose en lontananza. La pareja de “El nuevo Adán” y la “Nueva Eva” nos muestran las posibilidades de las líneas Bauhaus (su autor: profesor en ella). Planos dispuestos de tal manera que construyen una arquitectura. En el medio, el icono del Adán moderno: un puro autómata subido a una caja de manivela que se deja dar cuerda.

La conmemoración del 25 aniversario de la fundación del museo se celebra con una muestra ambiciosa por la cantidad de épocas que quiere abarcar, con obras muy importantes. Siendo la intención, desde luego, didáctica quizás camina demasiado deprisa, pudiendo llegar a emborrachar al visitante con tanta y tan diversa cantidad de obras que abarcan muchos siglos de nuestra existencia.