jueves, 17 de noviembre de 2016

Planes con niños: Canoas en las Hoces del Duratón



Os propongo un día abierto a la aventura. Pedalear o remar en las Hoces del Duratón. Un plan divertido, en un entorno natural incomparable y cerca de Madrid. Si coincide que el día es soleado, será todo un éxito para toda la familia!. Hay que luchar contra la pereza de salir pronto de casa (no más tarde de las 9:30), pero una vez superado el escollo de levantarse con despertador, el día lo merece.

Avistaréis muchos buitres leonados. Son abundantes. Algunos pueden pasar muy cerca por encima de vuestras cabezas. Los que hay pueden llegar a medir más casi los cuatro metros. Es todo un espectáculo parar y observarles. Pero ¿cómo divisarlos?: se posan en huecos de las rocas que tenéis a ambos lados del cauce del río. Debéis mirar donde haya zonas con grupos de manchas blancas (las heces de estas aves) pues allí estarán o volverán después de algún vuelo.
En las aguas, por supuesto que hay cangrejos de río, o los comunes barbos. En cualquier caso, imprescindible que contempléis la sorprendente transparencia de sus aguas. Dicen los carteles de la zona que el paraje cobija también nutrias, milanos reales perdices rojas, y chovas piquirrojas. Como no hay corrientes, las aguas mansas cautivan, por la elegancia de su discurrir, y logran evadirte de pensamientos accesorios para encerrarte en lo delicado de su belleza.

Aterrizando en los datos prácticos, que siempre es lo importante: Hay 3 empresas que proveen de canoas para salir a navegar al río: Naturaltur y Hoces del Duratón. Nosotros contactamos con la tercera: “Canoas Duratón”. En San Miguel de Bernuy. Concretamente hablamos con Ana, quien toda dispuesta nos indicó cómo llegar sin pérdida a sus locales y no puso ningún condicionante a la hora de la salida (elegimos la que más nos convenía puesto que salíamos de Madrid por la mañana temprano). Pese a que en alguna de ellas se puede realizer la reserve on line, lo recommendable es llamar y hacerlo por teléfono pues os darán pistas valiosas.

Llevaos snacks para comer en el trayecto, porque os llamará el hambre en algún momento. Os darán un bidón estanco para que dentro depositéis todos los objetos personales, móviles, etc. No hay peligro.

El recorrido se inicia en el propio pueblo (ellos os indican) y en el camino encontraréis, por este orden, las ruinas de Las Ermitonas (a la izquierda), las de Los San Pedros (un poquito más adelante, a la derecha), la playa de la Serranilla (donde podéis hacer un alto en el camino) y el embalse de las Vencias, con su presa.

Enfocad el paseo para disfrutar, máxime si vais con niños. Las canoas son totalmente seguras y muy estables, incluso para niños pequeños. Los remos y salvavidas adaptados para cualquier cliente. Si optáis por ir calmadamente y en canoas de varias personas, se tarda una hora en llegar a la playa para descansar y tomar el aperitivo.

No os podéis perder comer en el Molino Grande del Duratón, un Centro de turismo rural que nos recomendaron y resultó un descubrimiento. Muy apetecible sobre todo por el trato que os depositarán, y la relación precio/calidad imbatible!. Es, además, una casona rural rehabilitada con esmero, así que también podéis hacer noche si os viene mejor (algunas de sus habitaciones son incluso para 4 y 5 personas, con dos habitaciones comunicadas). 

Si os tienta más la opción Pedraza para comer, tened en cuenta que está a cierta distancia, así que tendréis que, o bien empezar a navegar muy pronto, o bien no llegar hasta el final. Siempre es un acierto La Olma. Por supuesto que comer en el entorno tan especial de esta villa merece la marcha.
Nada más, ¡a disfrutar de los beneficios sobradamente contrastados de un día a plein air!