Nadie creo que dude de los beneficios de la
música a cualquier edad. Estudios
e investigaciones de todo tipo han concluido o demostrado que fomenta la
concentración, disminuye el estrés, mejora la felicidad personal, abre vías
nuevas, mejora de la calidad del sueño. Es un encuentro también con lo más
íntimo si tenemos la suerte de experimentarla de una forma sensorial. Aún más,
sirve como tratamiento de ciertos trastornos cerebrales.
Os dejo piezas musicales que podéis escuchar
con vuestros hijos y que les gustarán!! La música clásica no tiene por qué ser
una barrera para los pequeños de la casa. No han de escuchar conciertos
íntegros ni empezar con el Barbero de Sevilla, pero sí se les puede iniciar en
el amor a la belleza de la música clásica educando su sentimiento.
No os desalentéis si al principio se resisten
o si, a mitad de la pieza, se levantan y dicen que todo es un rollo. Es normal,
no se puede plantar una semilla y esperar que sea árbol al día siguiente. La
educación requiere tiempo y paciencia.
Aquí
van algunas piezas recomendadas:
- Las Cuatro Estaciones (A. Vivaldi)
- Claro de Luna (C. Debussy)
- Aprendiz de Brujo (Paul Dukas)
- Sinfonía de los juguetes (Edmund Angerer)
- Rapsodia húngara n.2 (F. Litz)
- Cascanueces . Aquí una versión de la obra completa. Movimientos que les pueden gustar: Hada de azúcar, Danza de las Flautas, Pas de Deux,
- Pedro y el Lobo (Sergueï Prokofiev), cualquiera de sus partes
- Los niños del coro (no tan clásica, pero igualmente deliciosa)
- 9º Sinfonía Beethoven (4º movimiento: Himno de la Alegría)
- Guillermo Tell (Obertura). G. Rossini
- Los Planetas (Mercurio). Gustav Holst
- Ballet de Pulcinella (Igor Stravinsky)
- Piccolo, Saxo y Compañía (André Popp). No tan clásica, pero ideal para niños.
Ojalá
acertemos!