"Tú eres valioso, precisamente lo que te hace valioso es todo lo que te diferencia del resto: préstate atención y descubre tu felicidad"
Cualquier proyecto sin duda sale
adelante con las mejores medallas si uno ha trabajado previamente (y se ha
trabajado internamente), con tesón, esfuerzo e ilusión hondas. Hay una frase
(que no es inédita) recurrente que aplico en mi entorno más cercano y,
ahora, la comparto con vosotros lectores porque la experimentamos cada día: el
que bien siembra, recoge.
Con estas claves, poco a poco el
cosmos te restaura.
Los descubrimientos a través del
yoga a lo largo de estos años han ido dando su provecho. Los comienzos fueron
de expectación pura, pues no sabía en qué consistía el yoga, ahora bien, estaba
preparada y el “maestro” apareció. Siendo aplicado y siguiendo ciegamente las
instrucciones, mi/tu entendimiento irá cambiando intuitivamente.
La magia de la meditación.
Es el camino que nunca termina
pero que te transforma sin pretender. Se asoman cambios y son irremediables.
Van surgiendo experiencias
internas. El mundo vivo se aparece por defecto cada vez que caminas, escuchas a
los que amas y te rodean, los problemas y recodos del camino no te perturban (o,
de hacerlo, influyen menos).
Uno va oncibiendo sin ápice de duda cuáles
son sus prioridades y, siempre, éstas tienen que ver con pacificarse con uno mismo, o
compartir sencillas caminatas o excursiones con la familia, o reír con amigos,
o disfrutar del arte, o no importar lo que digan o hagan aquéllos que no
merecen la pena. Y, ¡qué curioso…! De pronto el mundo se te revela de otra manera,
bellísima, única, especial… y los campos, el viento en la cara, el
sol en las mejillas, las risas de los niños o el despertar de los pájaros están integrados de
tal manera en uno que automáticamente se sienten, se está con y en ellos sin pretenderlo ya. Y de repente la vida cambia, los astros se
alinean hacia lo que deseas íntimamente, y se te ofrecen, y tu
micro-mundo se transforma para desvelarte el secreto que llevabas dentro (tu
verdad) contra la que tanto luchabas. Y retomas aficiones olvidadas,
tan gratificantes, tan sencillas, y adviertes el movimiento de la tierra y de
los seres que la habitan, y en el resto (lo accesorio) ni te fijas
siquiera… Entierras pasiones patológicas y desanudas actividades o aficiones bellas y reconfortantes que provocan la meditación en
la acción y una honda felicidad. Es decir, tu ser te indica el camino para su
felicidad y mayor tranquilidad ¡qué curiosa es la vida!.
Y no
tienes miedo (o al menos no es paralizante) porque nos pueden cerrar puertas pero
se abren ventanas, porque lo que acontece es lo correcto. Estás en tu centro y muchas menos situaciones te mudan de él y eso es lo que, en última
instancia, te da la felicidad y una profunda libertad.
Y tu ego estará contigo y no en
contra tuyo, de manera que no habrá sufrimiento. En la vida habrá dolor,
sí, es inevitable, es un proceso natural y biológico, pero no sufriremos. Educando
el estar consciente en el hoy y el ahora se puede plantar cara al sufrimiento.
Porque éste es la interpretación psicológica de ese dolor (los animales no sufren, no traducen, están en permanente meditación) la que nos enreda y se
interpone en cualquier proceso de duelo (dolor) natural. Las reformulaciones
negativas de nuestra mente son nuestra condena al sufrimiento constante, y estos
pensamientos no tienen fin, es una espiral viciosa ¡cuidado!.
Pero podemos parar esta dinámica
con la meditación desde hoy mismo y hacer que nuestro cerebro interprete las
situaciones de forma sanadora.
Pero es que hay más: el sentimiento
de gratitud hacia tu vida es mucho más profundo, palparás lo afortunado que
eres por vivir, por permanecer en un estado más pletórico y “real”, por el
regalo de hijos, familia, amigos del alma, por la bondad de unos padres en su
vejez, por sentirte vivo.
¿Y qué queda por delante? Nada más
y nada menos que simplemente caminar y disfrutar de nuevas confidencias que la vida quiera proponerte. Keep growing, te mereces regalarte armonía
y felicidad!!!.