Que nuestros hijos se manchen las manos. Experimentar para crear y aprender.
Resulta
que algunos padres que abogábamos por clases sin dispositivos electrónicos de
ningún tipo, que pensábamos que dedicar tiempo a la escritura (sobre todo en
edades tempranas y, en cualquier caso, hasta los años de la pubertad) era
fundamental, que entendíamos que tener todo el contenido lectivo de un curso en
una tableta era pernicioso para los niños, que nos hacíamos eco de las
corrientes de pensamiento y sociólogos de renombre proclives a la correcta
reducción (casi hasta el mínimo) del uso de este tipo de dispositivos en las
clases, no íbamos desencaminados.
A
juzgar por la noticia publicada en The
Times el 11 de noviembre 2018, lo último es enviar a nuestros vástagos a
escuelas, digamos, tradicionales, libres de cualquier clase de dispositivo
tecnológico. Ya
habían aparecido anteriormente, ésta es la más reciente aunque similar
a las de hace algunos años, por eso la traigo a este blog.
Pues va
a ser que también los directivos y responsables de las empresas americanas más
punteras del mundo en tecnología, big data, inteligencia artificial, robotics, comercio
electrónico, internet en general, comulgan con las opiniones de unos cuantos
“locos” sueltos (poco menos que tachados de retrógrados) comprometidos con la
difusión de una teoría a contracorriente.
Nadie
cuestiona la bondad e imperiosa necesidad de adquirir conocimientos en
programación, digitalización de las tareas profesionales o lectivas. Nadie,
tampoco, entiende que en las escuelas deba hacerse tierra quemada de una
realidad que ya está imbricada en nuestras sociedades avanzadas. Ahora bien,
pasar de una enseñanza -imprescindible, coherente y seria- en nuevas
tecnologías, coding, uso de herramientas digitales a fondo, ciertos conocimientos
matemáticos (incluso para los que son “de letras”) a colegios “sin deberes” (prep-free, que dirían nuestros amigos de
UK), “sin libros” y “sin contenido” académico es un salto al vacío que nos va
costar (bueno, a nuestros hijos) muy caro en el futuro próximo. Descafeinar los
colegios proponiendo ideas innovadoras como que todos los estudiantes trabajen
con una tableta como medio de estudio es perverso. Como lo es decir que
memorizar, o hacer ejercicios de aritmética o redacciones de lengua no es
importante. Y no lo digo yo, también lo dicen otros, por supuesto, más
expertos que yo.
…. Y en
esto, me temo, los mismos empleados y directivos de las empresas basadas en
Palo Alto, también coinciden. Curioso. Al menos cuestionémonos.