viernes, 22 de marzo de 2019

EMOZ. Zaragoza. Un Museo sorprendente.



Si visitáis Zaragoza o pasáis por ella rumbo a otra ciudad del Pirineo oscense, haced una parada en el museo de Origami: la Escuela Museo Origami Zaragoza (EMOZ). Os encantará y mucho más a vuestros hijos, ya sean mayores o pequeños.

Un museo, por encima de todo, entretenido. Cambia muy frecuentemente sus exposiciones. La actual, hasta el 2 de diciembre de 2018, sobre geometría y matemáticas, nos muestra unas figuras fractales de espectáculo.

Las primeras salas comienzan con la historia de la papiroflexia, tanto en Occidente como en Oriente. Antes del plegado de papel como lo entendemos ahora (plegado simbólico) hay pruebas de que se utilizaba para envolver objetos, conservar plantas, o como adorno a los regalos. El plegado recreativo, que inicia su andadura con el de servilletas para engalanar las mesas aristocráticas a finales del s.XVI (se dedica en Italia todo un capítulo de un tratado al del plegado de servilletas, en un libro de 1629, y la Univ. de Padua enseña este arte del plegado de tela).

Los primeros modelajes de papiroflexia como tal no se encuentran hasta el s. xviii (en el libro Hocus Pocu mproved o Sports and Pastimes). Parece que la transmisión del plegado de papel de Oriente a Occidente, aun no siendo seguro, pudo ser a principios de 1800, pues en un libro holandés aparece por primera vez el plegado de un “junco chino” (o barco del rey y la reina o góndola), siendo a partir de 1868 cuando las influencias son constantes.

En China hubo escuelas de etiqueta conocidas (s.XVI) con plegados ceremoniales del plegado de papel. En Japón no se conocen modelos de papiroflexia documentados físicamente hasta el s.XVIII (la famosa grulla, bel barquito, etc.). Es a mediados del s. XIX cuando se modelizan los plegados en el libro Kan-no-mado (Una ventana para el tiempo frío), que es una sección de una colección de 50 libros (Kayaragusa) que desarrolla 49 ejemplos de origami recreativo.

Hay toda una sección dedicada a Akira Yoshizawa, quien defendió el arte del origami sin cortes y fue padre de toda la simbología del origami que, a partir de la publicación de su obra Atarashi Origami Geijutsu, se utiliza universalmente.

Las últimas salas están reservadas para las exposiciones temporales, con maestros actuales de esta técnica tan delicada y de resultados tan espectaculares como lo son muchas de las muestras que se nos presentan para nuestro disfrute.

No os perdáis los talleres que tienen disponibles donde los niños pueden dar rienda suelta a su imaginación.

 

 

viernes, 15 de marzo de 2019

EXPOSICION TEAMLAB. El arte a través de lo digital.




Horario: M-D: de 9:00 a 20:00H. Gratuito. c/ Fuencarral 3. 4º planta
Del 16 de marzo al 9 de junio 2019.
 Si queréis disfrutar de un espacio distinto, tenéis la ocasión de hacerlo en Fundación Telefónica (https://espacio.fundaciontelefonica.com/evento/teamlab/). El equipo “teamLab”, un colectivo de arte multidisciplinar ha creado una obra colaborativa donde, incluso, el visitante puede interactuar con las obras audiovisuales de gran formato expuestas.
El arte más tradicional se ha unido con creadores digitales, matemáticos, maquetadores y programadores. El resultado es un espacio inmersivo en el que vuestros hijos disfrutarán paseando y buceando por cada una de las tres zonas que propone la exposición:



  • Black Waves: Lost, Immersed and Reborn (2016), 
  • Flutter of Butterflies, Born from Hands (2019)
  • Enso – Cold Light(2017) 
     
Pero no os confundáis. Lo que parecen obras simples y casi ejecutada al azar, lleva un trabajo matemático y de programación absolutamente exhaustivo. Las apariciones de las mariposas en Flutter of Butterflies ante la interacción con ellas por los visitantes no es sencilla, ha sido fruto de un programa de ordenador complejo y diseño gráfico en tiempo real, la animación no está pre-programada, lo que le hace más interesante y efímera, porque nada queda grabado, por lo que jamás podrá ser reproducido. Mariposas que nacen y mueren. Un Snapchat artístico.
Enso es un símbolo en la caligrafía japonesa (círculo) y se dibuja tradicionalmente con un único brochazo, que aquí está suspendido en el espacio. Se puede representar cerrado como parte de un todo, o abierto e imperfecto. Representa la fuerza y el equilibrio en las manifestaciones de la vida.
Black Waves os invitarán a zambulliros inmediatamente en un mar cambiante que tanto recuerda al de La Gran Ola de Hokusai. Seremos, pues, parte de la naturaleza (vida) en continuo cambio, porque el hombre es también energía con ella. Si logramos sentir esa vida entre estos grandes formatos entonces habremos logrado lo que TeamLab se proponía: que el visitante se sienta agua con ellas, sin diferencia entre el yo y la naturaleza, porque -en definitiva- somos lo mismo.
TeamLab se fundó en Japón hace más de una década, en 2001, pero parece que ha sido ahora (http://www.doplerweb.com/nota.asp?id=3165&t=TeamLabs-Shining-Bright-con-su-nueva-exposicion-de-arte) cuando su propuesta ha sido reconocida en el difícil mundo del arte donde parece que todo está inventado ya. Pues aún nos quedan sorpresas tan espectaculares como ésta.
Si queréis saber más sobre el equipo TeamLab: https://www.teamlab.art/art/
Acercaos a la exposición, merece la pena experimentarla.